Bajo presión y ante la necesidad urgente de una victoria, al Barcelona no le importó dejar de lado temporalmente su estilo de juego, basado en la posesión de la pelota.
Fue con jugadas a balón detenido que el conjunto catalán rescató un triunfo crucial el fin de semana para retomar el rumbo después de un turbulento inicio de 2020 bajo la dirección de Quique Setién.
Lionel Messi aportó tres pases de gol dos de ellos en jugadas de tiro libre para que el Barça viniera de atrás en dos ocasiones y superara el domingo 3-2 al Real Betis en Sevilla. La victoria permitió al equipo blaugrana mantenerse tres puntos debajo del líder de la Liga, Real Madrid, que horas antes había goleado 4-1 al local Osasuna.
De vuelta a su estilo
Barcelona no abandonó de todo su tradicional juego de posesión, pero pudo meter los goles necesarios en el estadio Benito Villamarín gracias a la táctica fija. El equipo perdía 2-1 cuando Messi conectó con Sergio Busquets con un pase al área para el empate justo antes del medio tiempo. En la segunda mitad fue un remate de cabeza de Clement Lenglet con otro centro del astro argentino lo que dio a Barcelona la victoria.
“Lo que más me duele es realmente no poder sacar nada y que acabes encajando dos goles con dos faltas de entradas un poco laterales, cuando sabes que el rival te puede hacer goles de otras muchas mil maneras”, lamentó el estratega del Real Betis, Rubi. “Mi pesar está más en no haber ganado y que te vayas con dos goles a balón parado”.
El Barcelona continuó mejorando pese a verse en problemas para rescatar la victoria, lo que libera cierta presión sobre Setién desde que reemplazó a Ernesto Valverde al inicio del año.
Lo que sigue para el Barça es un compromiso por La Liga en casa frente al tercer lugar Getafe, que recientemente ha mostrado de lo mejor que se ha visto en el fútbol español.
Barcelona / AP