Las calles aledañas al mercado municipal de Puerto La Cruz lucieron vacías, este lunes 22 de marzo, en el inicio del período de cuarentena radical impuesto por el gobierno venezolano para tratar de disminuir la cantidad de contagiados por Covid-19.
Como suele suceder al comienzo de cada semana, las áreas internas del principal expendio porteño estuvieron cerradas al público. También, el gran número de vendedores ambulantes que ocupaban los alrededores, ignorando cualquier decreto de no trabajar, brilló por su ausencia.
Y es que en las calles Simón Rodríguez, Esperanza, Providencia y Venezuela se encontraban funcionarios de la Policía Municipal de Sotillo (Polisotillo) velando porque se cumpliera la orden de paralizar la actividad comercial del lugar los días lunes y martes, tal como lo estableció la alcaldesa Herminia García Ron.
Testimonio
Uno de los efectivos, quien no reveló su identidad, manifestó estar consciente de la necesidad que tienen los comerciantes informales de trabajar. No obstante, señaló que están en la obligación de no permitir estas labores por mandato de sus superiores.
Asimismo, explicó que en el sitio se encontraba un autobús de la alcaldía de Sotillo en el que montaban a todo aquel que irrespetase la ley.
“Les decimos que no pueden permanecer en un mismo lugar y que usen el tapabocas y ellos no hacen caso. Uno entiende que deben producir, pero si no nos ayudan, no podemos hacer más nada”, expresó.
Puerto La Cruz / Javier A. Guaipo