Hace unos 13 años en el parcelamiento Villa Nueva, detrás del hospital Santos Aníbal Dominicci de Carúpano, en el estado Sucre, aún recibían agua por tubería. Era una época en la cual todavía El Carupanero tenía fuerza para llevar el líquido al urbanismo, que nació como un Organización Comunitaria de Vivienda (OCV).
Luis Vásquez, quien se asentó en la zona desde su nacimiento, explicó que unos 400 habitantes conforman la población del urbanismo, el cual se fundó hace unos 25 años, para promover la construcción de viviendas.
Entre los reclamos más sentidos, aparte del agua, el vecino dijo que requieren la construcción de aceras, cunetas y una escuela que atienda a la nutrida población infantil. “Tenemos que comprar el agua dulce y la salada”, ironizó el residente.
Acusó a las autoridades de mentirles y dejarlos esperando por las soluciones a los problemas que tienen en la comunidad. “Como Julio Rodríguez, que nos prometió la construcción de un pozo, y más nunca nos tomó en cuenta”.
Maribel Rodríguez, otra vecina, reiteró que el agua es la necesidad más sentida, junto con el asfaltado y la construcción de aceras y cunetas. “Lo que dicen las autoridades es que hay que esperar a que arreglen los morochos (dos tanques), porque supuestamente es la solución más factible y rápida”.
Nerio Mujica, vocero de la comunidad, agregó a los problemas, las dificultades que vienen padeciendo con la casa de alimentación, donde se quemó la nevera y ahora no cuentan con refrigeración para guardar la proteína que les llevan para preparar la comida, con la cual abastecen a unos 200 habitantes de la zona.
Además, explicó, hay problemas de filtraciones en el techo, que requiere unas 25 láminas de zinc para solucionar el problema, además de dotación de enseres para las comidas diarias.
Mujica no dejó de mencionar la necesidad de agua que tienen en la comunidad y que los obliga a comprar para abastecer las necesidades diarias.
“Tenemos 13 años comprando agua. Necesitamos aceras y cunetas, las callecitas son de tierra. Estamos viviendo mal”.
Agregó que requieren un plan de viviendas, porque la gente va construyendo poco a poco, colocando de 50 en 50 bloques.
Las calles de Villa Nueva aún son de tierra / Foto: Otto Irazábal
Bermúdez / Yumelys Díaz
