Quienes diariamente trabajan en el Mercado Municipal José Antonio Anzoátegui, ubicado en el sector Tronconal III de Barcelona, comentaron que allí tienen problemas de todo tipo.
Una de las complicaciones más evidentes es el ingreso económico, pues las ventas son bajas. Además, la infraestructura del lugar tiene deficiencias y a eso se le suman los conflictos administrativos que arrastran desde hace varios años.
Hay que señalar, además, que ese recinto tiene varios pasillos desolados, pues más de la mitad de los locales se encuentran cerrados y llenos de polvo. Aun así, hay quienes viven exclusivamente de lo que expenden allí, en diferentes rubros como carnicería, frutas, hortalizas, papelería, ferretería, etc.
Para Sergio Rodríguez, quien tiene alrededor de 17 años trabajando en el mercado de Tronconal III, los problemas que más dolores de cabeza les generan son el mal estado del techo y el colapso de los inodoros.
Detalló que hay partes de la cubierta que están deterioradas y con goteras, lo cual queda en evidencia cuando llueve con fuerza. A eso le sumó que los ganchos que sostienen las láminas no les generan seguridad y temen que en cualquier momento colapsen.
"Cuando hay un aguacero esas columnas vibran y da miedo que pueda ocurrir un desastre. De paso que eso allá arriba tiene años que no lo limpian, se encuentra lleno de tierra y hasta 'maticas' hay", comentó.
Rodríguez aseguró que él es uno de los pocos voluntarios que han trepado al techo para hacer alguna reparación, pues de parte de las autoridades competentes no ven intenciones de brindarles alguna mejora.
Otros adjudicatarios, que prefirieron mantenerse en el anonimato, dijeron que los inodoros de los pasillos están tapados, al igual que los de los baños.
Según relataron, cuando hay fuertes precipitaciones encuentran los pasillos llenos de agua porque se queda estancada ante la obstrucción de los drenajes. Añadieron que son pocos los baños que se pueden utilizar por ese mismo problema.
Sergio Rodríguez recordó que hace unos ocho años, aproximadamente, le hizo algunas sugerencias de mejoras a Nelson Moreno, cuando este era gobernador del estado. Sin embargo, nunca hubo respuesta.
"En aquella oportunidad le pedimos el asfaltado del estacionamiento pero que va. Todavía eso sigue siendo un peladero lleno de tierra y monte que mandan a limpiar de vez en cuando", expresó.
Algo similar aseveró María Ávila, quien por tres años fue la presidenta de la Asociación de Comerciantes del Mercado de Tronconal (Asocometron). Según dijo, se han cansado de plantear arreglos a las autoridades, e incluso han tenido oportunidad de ejecutarlos como gremio, pero no los han dejado.
Alrededor de 200 locales son los que abren con frecuencia, incluyendo algunos en los que trabajan solo fines de semana / Foto: Javier Guaipo
Ávila, quien tiene 35 años trabajando en el área de carnicería, precisó que en el mercado de Tronconal III hay 640 locales y 550 adjudicatarios. No obstante, criticó que en los últimos años las autoridades han intentado, en varias oportunidades, traspasar algunos de manera arbitraria.
De igual manera cuestionó la legalidad con la que laboran en la gestión administrativa del expendio barcelonés y las medidas que en reiteradas ocasiones han intentado imponer.
"Por ejemplo pretenden quitarnos el derecho de hacerle mejoras a los locales, cuando estamos en potestad de hacerlo al ser adjudicatarios. Una de las justificaciones es que hay un contrato unilateral que no lo permite, pero ese acuerdo no fue discutido con quienes trabajamos aquí", explicó.
La comerciante también recordó que hace unos meses tuvo un episodio irregular cuando gestionó la colocación de internet por fibra óptica para su local, aunque al final el episodio no pasó a mayores.
Varios trabajadores del mercado que fueron consultados, pero que no quisieron dar su nombre, coincidieron en la petición a la alcaldía o la gobernación de poner orden en todo sentido.
Según dijeron, el estado actual del recinto se debe a una obra hecha bajo la gestión de Tarek William Saab como mandatario estadal, cuando el centro de expendio estaba bajo la responsabilidad de la gobernación.
Sin embargo, mencionaron que en la época de Guillermo Martínez como alcalde y Aristóbulo Istúriz como gobernador hubo un acuerdo de traspaso temporal al ayuntamiento capitalino, que aparentemente sigue vigente.
Indistintamente de quien tenga el control, los adjudicatarios aspiran a ver mejoras en el recinto y que se respete el poder que tiene cada uno en su respectivo espacio, sin importar que algunos lleven años cerrados.
"Hay compañeros que por la situación económica no han vuelto a abrir, pero es injusto que les arrebaten su local de manera arbitraria. Actualmente aquí trabajan cerca de 25% del total de establecimientos, pero no es por gusto si no por la situación del país", dijo Ávila.
Barcelona/ Javier A. Guaipo