La muerte de un niño de 4 años que estaba hospitalizado en estado grave en la madrugada de este lunes elevó a 18 el número de víctimas mortales del accidente de un autobús que cayó el domingo a un precipicio en una carretera en el nordeste de Brasil, informaron fuentes oficiales.
El Hospital General del Estado de la ciudad de Maceió, capital del empobrecido estado de Alagoas, informó de que el menor no resistió a sus graves heridas y terminó muriendo.
El accidente ocurrió en la tarde del domingo en la región de la Serra da Barriga, en jurisdicción del municipio de União dos Palmares, cuando un autobús con cerca de 45 personas a bordo cayó por razones aún desconocidas a un precipicio de 400 metros de profundidad.
Los cuerpos de 16 de las víctimas fueron retirados de entre los destrozos en que quedó convertido el automotor, mientras que una mujer embarazada que alcanzó a ser rescatada con vida y conducida a un hospital en un municipio vecino murió el mismo domingo.
Los bomberos del estado de Alagoas rescataron a 28 sobrevivientes con heridas y los trasladaron a un hospital de União dos Palmares, de los que 16, en estado más grave, fueron transferidos al Hospital General del Estado en Maceió.
Según la Policía de Carreteras, el autobús, que estaba en perfectas condiciones según una revisión a la que había sido sometida este año, pertenecía a una escuela de la alcaldía de União dos Palmares y había sido cedido para transportar a residentes del municipio hasta el Parque Memorial Quilombo dos Palmares.
El gobernador del estado de Alagoas, Paulo Dantas, decretó luto oficial de tres días, mientras que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en un mensaje en la redes sociales, manifestó su solidaridad a las familias de las víctimas y ofreció apoyo del Gobierno federal a los sobrevivientes.
Caracas / EFE