En medio de adversidades y retos, el Instituto Oceanográfico de Venezuela (IOV), celebra sus 65 aniversario de fundado.
Desde las instalaciones del Complejo Cultural "Luis Manuel Peñalver", en Cumaná, capital del estado Sucre, la directora del IOV, Mayré Jiménez, informó que esto es una celebración con “emociones cruzadas”.
“Estamos con emociones cruzadas, pero también de muchísimo entusiasmo porque a pesar de que fuimos destruidos en nuestra infraestructura, no nos han robado esa responsabilidad que tenemos, ese sentido de pertenencia, esa vocación y ese amor por el trabajo, que es lo que nos ha permitido vencer obstáculos y seguir adelante” precisó Jiménez.
Es importante resaltar que el IOV es único en el país, es una institución académica e investigativa de la Universidad de Oriente (UDO), Núcleo de Sucre, especializada en docencia e investigación.
Según declaraciones de las autoridades, a pesar de que actualmente el organismo no cuenta con unas instalaciones al nivel de como las del pasado, aún existen personas que se encuentran dando su mejor esfuerzo para permitir que el IOV florezca.
Aseguró que también existen cohortes importantes de profesionales estudiando cuarto y quinto nivel, y otra lista de aquellos que desean ingresar al doctorado y a la magistratura del Instituto Oceanográfico de Venezuela.
A su vez, los directivos dejaron saber que necesitan el mayor de los apoyos económicos para poder realizar trabajos de recuperación a las instalaciones en donde se encuentran hoy día laborando.
"Por supuesto que queremos y que necesitamos una mejor infraestructura, con laboratorios y equipos más actualizados", acotó.
Es propicio destacar que en el año 2016, el hampa empezó a atacar “La Casa Más Alta del Oriente del País” y a las personas que en ella laboraban, pero específicamente en el IOV.
El 2019 fue el más fuerte de todos, hubo robo de equipos y reactivos, ya para el mes de octubre, al personal regresar de unas vacaciones colectivas se encontró con “todas las puertas de oficinas y laboratorios destrozadas” y lo que la delincuencia no se pudo robar, lo destruyó.
Cumaná / LC – Corresponsalía