Más de cuarenta personas murieron en la Franja de Gaza, 16 de ellas en la ciudad de Rafah, tras otra noche de intensos bombardeos israelíes, algunos de los cuales alcanzaron varias tiendas de campaña para desplazados cerca de los centros de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
El Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, informó de la muerte en las últimas hora de 46 personas y de más de un centenar de heridos.
Según informaron a EFE fuentes desde Rafah, al menos siete personas murieron en la zona de Al Hashash, mientras que otros siete perecieron en ataques contra el campamento de desplazados en Al Baraksat, en el noroeste de la localidad y próximo a los refugios de la UNRWA.
Otros dos gazatíes, en concreto un anciano y un niño de diez años, fallecieron en ataques de artillería, también en Rafah.
La familia del niño dijo hoy al canal catarí Al Jazeera que su domicilio fue blanco de un bombardeo cuando se disponían a abandonar el barrio de Zourob, en busca de un lugar seguro, ante la intensidad de los ataques israelíes.
En ese mismo barrio, esta madrugada hubo movimientos de vehículos militares israelíes y excavadoras “bajo intensos disparos de bombas de humo y bengalas”, además del vuelo de helicópteros y drones, de acuerdo a la información facilitada a EFE por fuentes locales.
También hubo intensos bombardeos en el barrio de Tal al Sultan, supuesta “zona segura” en el noroeste de Rafah que acoge a cientos de desplazados y en la que ayer perecieron al menos 45 gazatíes como consecuencia de un ataque israelí que desencadenó un incendio.
Las más de 100 personas que resultaron heridas en ese ataque han inundado los escasos servicios médicos en funcionamiento.
Según denunció hoy la oenegé Médicos Sin Fronteras (MSF), algunos de los ataques registrados en los últimos días tuvieron lugar cerca de su centro de estabilización (donde atienden los casos más graves), lo que impidió al personal médico tanto entrar como abandonar el recinto donde atendían a pacientes.
De acuerdo con la UNRWA, alrededor de un millón de gazatíes han huido de Rafah, desde que comenzó la ofensiva israelí terrestre en el área.
Ahora también están siendo obligados a irse de la zona occidental de Rafah, rumbo a Jan Yunis, a medida que crecen los bombardeos y se acercan las tropas.
El Ejército israelí dijo hoy en un comunicado que ha desmantelado túneles y puestos de observación de las milicias palestinas en los alrededores del campamento de refugiados de Yabalia, en el norte de Gaza, donde las fuerzas armadas volvieron a operar después de dejar la zona prácticamente devastada al comienzo de la guerra, bajo la premisa de que Hamás se estaba reagrupando.
Además, los soldados israelíes localizaron varios túneles y armamento en Rafah, donde mantienen “combates a corta distancia” con los milicianos palestinos.
“La actividad se realiza mientras se hacen esfuerzos para prevenir daños a civiles no involucrados en la zona”, aseguró el Ejército.
Jerusalén / EFE