Según cifras de la Dirección de Salud Ambiental del Instituto de Salud Pública, durante 2023 en el estado Bolívar se registraron 78.276 casos de malaria, datos que corresponden a la semana epidemiológica número 52, que refleja un ascenso de 2,2% en la incidencia de la malaria en comparación al año 2022, cuando la región registró 76.560 casos.
La información vía nota de prensa indica que, en los últimos tres años, el estado Bolívar presentó una desaceleración en la casuística malárica, de acuerdo con datos del organismo de salud ambiental regional.
El comunicado continúa detallando que, en 2020, la incidencia por malaria fue de 123.927 casos, mostrando un descenso de 47,8% en la tendencia por contagio registrada en el año anterior y que, para el 2021, la casuística se ubicó en 89,913 casos, significando 27,4% menos en relación con el 2020.
“En el 2022 esta epidemia continuó en su descenso con una incidencia acumulada de 76.560, evidenciando -14,9% con respecto a los años anteriores”.
A pesar de este aumento, la región aún se mantiene dentro del rango de “zona de seguridad” epidemiológica”, indican.
En cuanto a nuevos casos, se da cuenta de que se reportaron 1.887, algunos importados, tanto de otros estados como de países vecinos, específicamente de Guyana y Brasil.
En 2023 las muertas por malaria aumentaron 120% reporta la Dirección de Salud Ambiental. Las 11 personas que fallecieron a causa de la enfermedad en el 2023, residían en Caroní, Angostura del Orinoco, Sifontes, Sucre y El Callao. La mayor incidencia por malaria en 2023 fue en los municipios Sifontes, Sucre y Gran Sabana, donde se concentra la mayor actividad minera.
Sifontes acumuló 43.064 casos en el 2023, mientras en 2022 la cifra fue de 31.206. Sucre pasó de 13.011 en 2022 a 13.594 en 2023 y; Gran Sabana, de 285 en 2022 a 1.003 en 2023.
En cuanto al número de mujeres embarazadas con malaria, se produjo un descenso, teniendo que de 828 en el 2022 la cifra disminuyó a 651 en el 2023.
Bolívar / Correo del Caroní