«Los taxista en San Antonio del Táchira estamos sobreviviendo», así lo aseguró este lunes Darío Rico, conductor de la línea Metrosan, en el municipio fronterizo Bolívar.
Rico se hallaba en las cercanías a la aduana principal de la frontera, a la altura de la plaza La Confraternidad. Salió a las 6:30 a.m. de su casa. Eran las 12:00 m. y no había logrado la primera carrera.
El escenario para los conductores legalmente constituidos es rudo, en vista de la gran competencia que hay con los carros «piratas», muchos de ellos apostados en La Parada, en Colombia, y entran a Venezuela con sus pasajeros ya a bordo.
«El trabajo ha estado bastante fuerte, poca afluencia de pasajeros», prosiguió Rico, habitante del barrio Ruiz Pineda. «La situación no ha mejorado, mas bien ha bajado el ritmo», precisó quien lleva tres años inmerso en el oficio.
Al inicio, el ciudadano solía hacerse hasta tres carreras al día, con destino a la ciudad de San Cristóbal. «En la actualidad, de broma hago una», soltó con la preocupación tallada en su rostro. «Yo salgo a las 6:30 a.m. de la casa y estoy retornado alrededor de las 9:00 p.m.», dijo.
Para Darío Rico, el mismo escenario se registra en los demás compañeros de trabajo. «Todos estamos sobreviviendo», reiteró a modo de colofón.
Táchira / La Nación