El pasado lunes 15 de enero el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció un aumento en el ingreso mínimo de los trabajadores del país. Dicho ajuste consistió en llevar a 60 dólares el bono de guerra económica, que, sumado a los 40 dólares que se pagaban de cesta ticket, hacen un total de 100 dólares o su equivalente en bolívares.
Cabe aclarar que muchos entendieron la medida como un ajuste salarial, aunque realmente no lo es ya que el salario mínimo se mantiene en 130 bolívares y es en base a este monto que se calculan utilidades, vacaciones o prestaciones sociales.
Es por esto que algunas personas consultadas por el equipo de El Tiempo calificaron el anuncio como "un engaño", ya que prácticamente solo se benefician los trabajadores públicos que reciben el bono de guerra económica.
"Para los que trabajamos en empresas privadas eso no afecta en nada. No recibimos esa bonificación y ya el cesta ticket estaba en 40 dólares. A pesar de que en muchos lugares privados dan otro tipo de bonos especiales, todos seguimos en las mismas con el salario básico", expresó Marianny Aguilar.
Otro ciudadano identificado como Félix Santana dijo que el anuncio del presidente tampoco le afecta para bien ni para mal, "aunque mantiene el problema de tener que negociar la liquidación cuando renuncias a un trabajo, pues te quieren dar lo que les da la gana amparados en que la base del cálculo son 130 bolívares".
Para Katherine Guzmán, quien trabaja en el sector público, el ajuste "es positivo aunque engañoso porque sí es mejor ganar 100 dólares que 70, pero igual eso no alcanza para mucho". También dijo que el anuncio la tomó por sorpresa, pues no se esperaba algo así empezando el año.
Otras personas abordadas limitaron su respuesta a la esperanza de que ese aumento en el bono no se traduzca en un aumento de precios desmedido en los próximos días, lo cual afectaría principalmente al que no tiene un ingreso fijo.
Puerto La Cruz / Javier A. Guaipo