Jorge Acevedo llegó a la silla de la alcaldía de Cúcuta, en Norte de Santander, preocupado por la inseguridad que azota a la zona. En su primer consejo extraordinario de seguridad anunció que trabajará por la destrucción de las trochas.
Desde la zona sur del municipio Bolívar y hasta La Mulata, en Pedro María Ureña, se pueden contabilizar más de 35 caminos verdes que unen con el vecino país. Durante el cierre de frontera — más de siete años–, los venezolanos popularizaron y se familiarizaron con trochas como La Platanera, La Siete y Las Pampas.
“Tenemos una tarea pendiente con las autoridades policiales y militares y es acabar con la inseguridad; vamos lo antes posible a contratar una maquinaria amarilla para de una forma estratégica poder destruir permanentemente las trochas por donde pasan los carros y las motos robadas hacia Venezuela”, manifestó el primer mandatario local.
Con estas acciones, remarcó, se pueden contrarrestar delitos como la desaparición forzada, los homicidios, el contrabando de productos y el narcotráfico, que son encabezados por grupos armados y bandas delincuenciales.
“Estos espacios son utilizados para todo tipo de acciones ilegales, asesinan en Cúcuta y salen por las trochas; secuestran y utilizan las trochas, vamos a realizar un trabajo para que desde Cúcuta y Villa del Rosario ataquemos este fenómeno; esa es una tarea que desde ya vamos a fortalecer”, aseguró.
Cúcuta / La Nación