Habitantes de unas cinco comunidades agrícolas del municipio Montes, en el estado Sucre, pidieron al gobernador Gilberto Pinto, que solucione el problema del puente de Bejucal, que está prácticamente caído y es un peligro para quienes transitan hacia esas localidades de vocación agrícola, que abarcan un territorio de unas tres mil hectáreas.
José Rivas, líder comunitario en Bejucal, el sector más afectado por los daños de la estructura vial, indicó que el puente cedió desde el 1 de septiembre, pero a la fecha, pese a que da paso a quienes habitan en Río San Juan, Caldera, Los Mangos de Guasimilla y Las Delicias de Río San Juan, y sirve para sacar las cosechas a mercados municipales y nacionales, aún no hay respuestas por parte de las autoridades que han visitado el lugar, entre ellos el mandatario regional. "La respuesta es la misma: vienen, ven, tiran fotos y se van".
El problema del puente, que aún sirve para el paso de transeúntes que se arriesgan a un accidente por las condiciones en que se encuentra, afecta a unos 500 productores de ganado, pollo, maíz, caña de azúcar, auyama, cerdo, frijoles, entre otros rubros. Además, niños y maestros de la Escuela Bolivariana Bejucal, pasan por la estructura para llegar a la institución.
"Este puente es un peligro, está en malas condiciones, una crecida más y caerá al río", dijo Rivas, quien llamó a que se coloque un nuevo paso, ante la inminencia de las cosechas que están pendientes.
En el radio de acción habitan unas 700 familias, que totalizan unos 2.500 pobladores de esos sectores rurales.
El dirigente comunitario resaltó que los problemas con el puente comenzaron hace un año, cuando cedió una de las bases. Pero a pesar de que las autoridades tenían conocimiento del daño, no se hizo nada de forma oportuna.
"El problema comenzó en noviembre del año pasado, estuvo el gobernador ese día aquí, cuando el río socavó la base del puente, antes de las elecciones estuvo aquí, cuando era candidato".
Rivas informó que deben sacar unas 20 mil toneladas de caña de azúcar, 20 mil toneladas de maíz, unos siete mil kilos de frijol, tres kilos de auyama y más de dos mil kilos de caraotas.
La maestra de la Escuela Bolivariana de Bejucal, Josefa González, puso de relieve los riesgos que sufren estudiantes, educadores y representantes que acuden a diario a la institución y tienen que pasar por un puente roto.
Resaltó que muchos docentes son oriundos de otras poblaciones como Arenas y Cumanacoa, por lo que deben cruzar la estructura que, según describió, parece un ocho.
La misma situación ocurre con los niños de otras localidades que estudian en la escuela y deben atravesar el paso, con riesgos para su vida.
"Por aquí pasa muchísima gente y queremos que nos den una mano con este puente, que nos los arreglen para ver si solucionamos este problema, sobre todo por los niños".
Sucre/ Cecilia Lárez