En los próximos días la planta de Venezolana de Cementos (Vencemos) ubicada en Pertigalete, municipio Guanta, podría paralizar su producción si no se toman los correctivos necesarios.
Así lo denunciaron trabajadores de la antigua Cemex, quienes aseguraron que actualmente laboran al 20% de la capacidad instalada en la fábrica porque la mayoría de las maquinarias y equipos están en mal estado o dañados.
“A cinco días de que culmine 2017 no alcanzaremos ni el millón de toneladas de cemento producidas cuando la capacidad es para llegar a 3 millones de toneladas. La última cantera que estaba operativa dentro de la planta (son cuatro) ya murió y no nos han dicho si traerán otra”, comentó Iván Caigua, directivo del Sindicato Único de Trabajadores del Cemento en el estado Anzoátegui (Sintracea).
Estas declaraciones las ofreció minutos después de que introdujeran ante la Fiscalía del Ministerio Público (MP) un documento en el cual exigen que se realice una investigación por el mal manejo de la empresa por parte de los actuales patronos.
“Los altos índices de contaminación que afectan a los tres municipios de la zona norte (Guanta, Sotillo y Urbaneja) se debe a la falta de inversión en la planta. Vemos con preocupación que hemos hecho el esfuerzo para exportar cemento y ese dinero no lo vemos retribuido en la compañía”.
El dirigente sindical instó al presidente de la República, Nicolás Maduro, y a los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) a que revisen la situación y corrijan las fallas.
Para el secretario de finanzas de Sintracea, Eleazar Bellorín, los únicos culpables de lo sucedido son los nuevos directivos de Vencemos. “Esos militares que dirigen la industria son los responsables del quiebre”.
El secretario general del gremio cementero, Luis Chaparro, afirmó que el fiscal superior del estado recibió el documento con la denuncia y se comprometió a transmitirlo a las Fiscalía con competencia ambiental y al ministerio por el caso de desmejoras salariales.
Sueldos bajos
Y es que los trabajadores aseguraron que la empresa no está cumpliendo con 80% de los beneficios laborales que les corresponden por convención colectiva.
Afirmaron que sólo ganan Bs 8 mil diarios. “Eso no alcanza ni para comprar un pan canilla. Deben reivindicar nuestros sueldos”, dijo Chaparro.
Además, denunciaron que la empresa no está dotando de uniformes a sus 1.400 trabajadores.
Jesús Bermúdez / El Tiempo
