¿Acaso el bullicio de Nueva York puede hacer que se derrumbe tan fácilmente la número uno del tenis femenino?
Fue lo que reconoció Simona Halep tras convertirse el lunes en la primera mujer con la máxima preclasificación que sucumbe al debutar en el Abierto de Estados Unidos, el US Open, en la era profesional.
Halep, quien este año conquistó su primer título de Grand Slam al consagrarse en el Abierto de Francia (Roland Garros) en junio, perdió 6-2, 6-4 ante la estonia Kaia Kanepi, la número 44 del ránking mundial, un partido de trámite desigual.
“Siempre me traicionan los nervios”, dijo Halep, quien el año pasado también se despidió de Nueva York tras el primer acto ante Maria Sharapova.
Es algo que ha sido habitual pero sorprendente en la carrera de la rumana: perdió en su primer partido en 34 presentaciones en las grandes citas.
“Pese a que estás en la cima, vas a sentirse nerviosa como todas. Eres humana”, justificó.
Otra explicación que dio fue el entorno que rodea al último major de la temporada.
“Quizás sea el ruido. Es una ciudad agitada. Todo se conjuga”, señaló Halep, quien venía de alcanzar finales en Cincinnati y Montreal, los dos torneos más importantes que se juegan en cancha dura antes del US Open. “Soy una persona quieta y acostumbrada a lugares más pequeños”.
Muguruza también tiene problemas
Algo similar le ha pasado a Garbiñe Muguruza, dueña de dos grandes títulos y exnúmero uno. En sus primeras cuatro actuaciones en Nueva York, la hispano-venezolana cayó dos veces en la primera fase y otras dos en la segunda. No fue hasta el año pasado que logró alcanzar los octavos de final.
“Trato de no pasar mucho tiempo afuera. Hay mucha gente, mucho ruido”, señaló Muguruza (12da preclasificada) tras despachar 6-3, 6-0 a la china Shuai Zhang. “Prefiero no salir a caminar por la ciudad. A veces siento que si no camino, la gente me va a pasar por encima”.
Todo lo contrario para Kanepi, quien alcanzó los cuartos de final en Flushing Meadows en 2017.
“Las canchas me benefician y me encanta Nueva York”, afirmó. “Me gusta el clima: húmedo y caliente”.
El Halep-Kanepi fue el primer partido en el reconstruido estadio Louis Armstrong, ahora con capacidad para 14.000 espectadores sentados y un techo retráctil que no fue necesario en esta primera jornada, dado que no llovió. En cambio, faltó algo que aliviara los 33 grados centígrados (90 F).
En la misma pista, la defensora del título femenino Sloane Stephens (3ra cabeza de serie) doblegó 6-1, 7-5 a la rusa Evgeniya Rodina.
Caballeros
Ausente durante casi todo el último año por una cirugía en la cadera, Andy Murray cantó victoria en su regreso a un Grand Slam al superar 6-7 (5), 6-3, 7-5, 6-3 al australiano James Duckworth.
Para el escocés y exnúmero uno, fue su primera participación en un major desde Wimbledon en 2017.
Murray, actual 382 en el ránking, podría cruzarse en la tercera instancia con el argentino Juan Martín Del Potro, el campeón del US Open de 2009.
Otro que volvió fue el suizo Stan Wawrinka, el campeón del US Open 2016, quien se impuso 6-3, 6-2, 7-5 sobre Grigor Dimitrov (8).
Wawrinka, quien no pudo defender su título el año pasado tras dos cirugías de rodilla, también había eliminado al búlgaro en la primera ronda de Wimbledon.
En un duelo de excampeonas, Venus Williams avanzó a la segunda etapa al vencer 6-3, 5-7, 6-3 a la rusa Svetlana Kuznetsova.
El chileno Nicolás Jarry y el argentino Guido Pella sortearon sus debuts.
Jarry, quien inició la semana con la mejor ubicación de su carrera al situarse como número 42, dio cuenta 7-6 (4), 4-6, 6-1, 7-5 del alemán Peter Gojowczyk. Pella, por su parte, derrotó 6-4, 6-4, 6-1 al noruego Casper Ruud.
Los argentinos Guido Andreozzi y Carlos Berlocqu se despidieron al caer ante el estadounidense Jack Sock (18) y el canadiense Milos Raonic (25).
Nueva York / Eric Núñez / AP