Un encuentro deportivo terminó en tragedia después de que la violencia se apoderara del estadio Kanjuruhan, en Malang, Indonesia, la noche de este sábado. Unas 174 personas murieron por asfixia y tras ser pisoteados.
El partido de fútbol se disputaba entre Arema FC y Persebaya de Surabaya, pero al conocerse los resultados desfavorecedores para el equipo anfitrión, se desató un clima de inconformidad que terminó en lanzamiento de botellas y otros objetos al campo de juego.
La policía local lanzó gases lacrimógenos para intentar controlar a la multitud que asistió a la que se considera como una de las jornadas deportivas "más mortíferas" en el mundo. El uso de este tipo de "arma química" está prohibido en los estadios de fútbol por la FIFA.
Joko Widodo, presidente de Indonesia, ordenó la investigación exhaustiva de los procedimientos aplicados por los funcionarios de seguridad.
Mientras inundaban el campo de juego, los hinchas del conjunto conocido como "Aremania" exigían a la gerencia argumentos que justificaran como tras 23 años de estar invictos en casa ante este rival, pudieron perder en esta ocasión.
Puerto La Cruz / Redacción web