Vecinos de algunos sectores de Barcelona aseguran que a las dificultades con la distribución del agua, ahora hay que sumar el hecho de que, las pocas veces que llega, lo hace con mal olor y amarillenta, por lo que deben descartar su consumo.
Según contaron, la gente de la urbanización Los Vidriales, situada en Tronconal II, es una de las afectadas por esta situación, pues las últimas veces que han recibido el líquido, a través de las tuberías, no llega apto para cocinar o beber.
“La semana pasada, cuando llegó, agarramos un poquito, pero nos percatamos de que tenía un olor desagradable. Menos mal lo hicimos a tiempo porque lo más probable es que hubiésemos terminado todos enfermos en la casa”, expresó José Fernández, integrante de la comunidad.
Hernán Marín, quien reside en el sector Madre Vieja, señaló que días atrás también recibió el agua con características fuera de lo normal y se vio en la obligación de desaprovecharla, aun cuando pasan largos períodos secos.
“Me avisaron que había llegado, pero que estaba maloliente y amarillenta. Supuse que, quizás, era por la tubería, así que prendí la bomba de mi casa para que fluyera y limpiara por dentro, pero fue en vano”.
Marín afirmó que estuvo hasta dos horas con el aparato hidráulico encendido y en todo ese tiempo el agua mantuvo las mismas condiciones, razón por la cual tuvo que resignarse a seguir cargando agua desde comunidades aledañas para evitar enfermedades.
Puerto La Cruz / Javier A. Guaipo