Ante de Gary Woodland había un trecho de 263 yardas hasta un green aterrador en Pebble Beach, especialmente con un título del US Open en juego. A su espalda, a un golpe en la tabla, estaba Brooks Koepka, que en estos tiempos es el rival más peligroso en un major de golf.
Lo más seguro era tirar al 14 y probar suerte con un wedge.
“La idea era jugar por la victoria”, comentó Woodland.
Tras un espaldarazo de confianza de su caddie Brennan Little, que acompañó a Mike Weir en su victoria en el Masters Woodland pegó el impacto de su vida, que evitó por poco un búnker, se quedó al borde del green y permitió un birdie que le dio el margen que necesitaba.
El resto fue puro teatro (un golpe de 90 pies en el 17 que casi metió en el hoyo, un putt para birdie de 30 pies en el último hoyo para dejar la tarjeta en 69), dos bajo par, y una victoria en tres golpes que impidió a Koepka cumplir su audaz ambición de igualar un récord centenario ganando su tercer US Open seguido.
No lo puso fácil, manteniendo la presión sobre Woodland hasta el final.
Ambos representan al golfista moderno. Ambos son impasibles.
Necesidad
Woodland, que necesitó tres putts para ganar, terminó con estilo. Alzó los brazos para saludar al público, se volvió hacia el Pacífico y agitó el puño.
“Nunca me permito adelantarme”, señaló Woodland. “Una vez entró, me salió todo. Es especial terminar aquí en Pebble Beach”.
Koepka tuvo que conformarse con un apunte histórico. Terminó con 68 golpes, lo que le convirtió en el primer jugador con cuatro rondas de 60 golpes en el US Open sin ganar.
“Fue maravilloso acercarme tanto a conseguir tres seguidos. Es increíble”, comentó. “En realidad no pensé en ello hasta que hice el 18 y me di cuenta de lo cerca que estaba no de hacer historia, sino de igualarla, supongo que se podría decir. Simplemente no estaba escrito que fuera esta semana”.
La distancia no era un problema para Woodland en el hoyo 14. Era el resultado.
“A la izquierda no está bien, la derecha está descartada, largo no es ideal y el búnker habla por sí mismo”, comentó. “De modo que ejecutar ese golpe bajo presión, en esa situación, ese golpe me dio confianza. Me sentí mejor después de hacer ese golpe en el campo hoy de lo que me había sentido en mucho, mucho tiempo”.
“Gary jugó una ronda sensacional hoy”, comentó a su vez Koepka. “Le felicito por aguantar. Terminar con estilo de esa forma es bastante fabuloso”.
Pebble Beach / Doug Ferguson / AP