Preocupados. Así se encuentran las personas que suelen transitar por la carretera que conecta a la troncal 9 con la 14, debido a las condiciones en las que se encuentran varios tramos, especialmente, entre las comunidades de La China y San Miguel, en el municipio Fernando de Peñalver del estado Anzoátegui.
En este trayecto se localizan algunos baches y, al menos, tres huecos en la orilla de la vía, producto de la socavación del asfalto, los cuales no cuentan con la debida señalización de precaución.
"Pasan gobiernos sobre gobiernos y no nos toman en cuenta, lo que hacen es tomar fotos y dicen que se han metido proyectos para arreglar esas alcantarillas, pero nadie resuelve. Ahí se han caído más de cinco personas, mi nieto fue el primero. No ha habido una desgracia en ese hueco porque Dios no ha querido", expresó Amanda Celestina Ruiz, quien vive cercana al hundimiento que está a escasos metros de la entrada a San Miguel.
En algunos tramos el asfalto se ha hundido de forma pronunciada / Foto: Arturo Ramírez
Según vecinos de comunidades cercanas, la falta de mantenimiento de las alcantarillas ha sido la principal causa por la que desde hace unos ocho años el asfaltado se debilitó con mayor fuerza, para posteriormente empezar el su hundimiento que, al parecer, ha sido ocasionado por el paso de vehículos pesados.
"Además de que no se le ha hecho mantenimiento a las alcantarillas, el peso de las gandolas empezó a hundir varios tramos, trayendo como consecuencia final que se rompiera la carretera", comentó Carlos González.
Con él coincidió Jesús Márquez, quien aseguró que todas las alcantarillas de esta vía cumplieron su tiempo de vida útil, el cual fue contemplado durante la ejecución de los trabajos, hace más de tres décadas.
"Esta carretera está sufriendo daños colaterales como son las alcantarillas, que ya tuvieron su tiempo. Se requiere que le presten atención porque esta es una conexión de la zona norte de Anzoátegui con Zaraza y los llanos. Hasta para Clarines y Caracas se sale por este lado", destacó Márquez.
Barcelona / Elisa Gómez