Cada año, la feligresía católica acostumbra a visitar siete iglesias durante el viernes de Semana Santa, ¿pero se sabe el origen de esta devoción bíblica que aún permanece arraigada en el mundo entero?
Según el manuscrito "Diario de San Felipe Neri" del Cardenal Leandro Colloredo, el origen se remonta al año 1.552, cuando San Felipe Neri inicia en Roma la visita a las iglesias, realizando una procesión pública, acompañada de canciones y sermones; peregrinación a la que se unieron Obispos, Cardenales y distinguidos de la corte romana.
La idea de Neri fue secundada por Papas y numerosos Cardenales. Para la época se visitaban siete históricas iglesias romanas; las 4 Basílicas : San Pedro, Santa María Mayor, San Pablo Extramuros y San Juan de Letrán, y las iglesias de San Lorenzo, Santa Cruz y San Sebastián.
Actualmente está tradición se mantiene, y en el caso de Venezuela se practica desde tiempos coloniales, simulando al viacrucis, pues los fieles se mantienen en oración para reflexionar y meditar la Pasión de Jesús.
Aunque la costumbre indica que se realiza durante el día viernes, la visita de los siete templo puede iniciar desde el jueves en la noche.
La misma tiene su característica, y es que, cada iglesia representa los acontecimientos bíblicos del recorrido de Jesús desde la noche que fue apresado hasta la mañana que fue crucificado.
En la primera iglesia se recuerda el recorrido de Jesús hasta el Cenáculo, lugar donde celebra la Última Cena, hasta el Huerto de Getsemaní, dónde estando en oración llora y suda sangre y recibe el beso de Judas.
En la segunda iglesia, se medita sobre el paso desde el Getsemaní a la casa de Anás, dónde recibe una bofetada de parte de un soldado. En la tercera iglesia se rememora la parada en casa de Caífas, momento en el que Pedro lo niega tres veces y es declarado reo con pena de muerte.
Durante la visita a la cuarta iglesia, se reflexiona sobre el primer encuentro de Jesús con Pilatos, seguidamente en la quinta iglesia, el momento en el que Rey Herodes lo halaga y le pide un milagro.
En el siguiente templo, se medita sobre el momento en el que Pilatos reconoce que Jesús no es culpable y aún así, hace caso al pueblo que pedía un castigo para él.
Y para finalizar el recorrido, se reflexiona sobre el paso de Jesús desde casa de Pilatos hasta el Calvario.
Estas visitas también pueden hacer referencia a la siete efusiones de su sangre: La circuncisión, el sudor de la sangre en el Getsemaní, la flagelación, la coronación de espinas, cargando la cruz hacia el calvario, sus manos y pies traspasados por los clavos durante la crucifixión y su corazón perforado por la lanza de Longinos.
Barcelona / Nota de Prensa