La presencia de basura es una constante en las comunidades de Barcelona. Los escasos contenedores instalados en las calles permanecen llenos, ya que los camiones recolectores tardan hasta 15 días en pasar. Así lo señaló Luisa Córdova, vecino de la avenida Juan de Urpín.
Los habitantes de esta y otras zonas señalan que llevar las bolsas de desperdicios a los lugares correspondientes es inútil, porque no son recogidas por el aseo urbano.
La moradora Floraida Ruiz comentó que deberían existir normas que garanticen la limpieza de estos lugares, pues “dan una mala apariencia a la ciudad”.
Si establecen que coloquemos los desechos en un lugar, que los recojan, porque después los animales riegan el basurero y es peor”, aseveró.
Acotó que camiones han pasado por las vías con la intención de llevarse la basura, pero a cambio de que les paguen por el servicio; incluso en ocasiones abusan con los montos que pretenden cobrar.
Y “mientras más grande es el contenedor mayor, la tardanza”, comentó Elubina Salas.
Explicó que en la entrada de su comunidad se encuentra un gran depósito en el que la basura puede permanecer más de un mes, ante lo cual han tenido que optar por quemarla.
Inconsciencia
Carlos Contreras, habitante de la urbanización Fundación Mendoza, mencionó que el problema con los desechos sólidos también se debe a la inconsciencia de algunos ciudadanos que no colaboran con el mantenimiento.
“Todos queremos una ciudad limpia pero a veces no colaboramos. Mucha gente echa bolsas donde no debe, lanzan basura en plena vía sin bolsas, algunos negocios tiran cajas sin importarle y terminan ensuciando”, indicó.
Milena Pérez / Barcelona