A sus 82 años de edad, Manuel Acosta sigue siendo un hombre muy activo; por esa razón, -aunque admite que ya no tiene tanta energía como antes-, no lo piensa dos veces para recolectar los desechos sólidos en su casa y conducir una carretilla por un recorrido de más de seis cuadras para lanzar los desperdicios en uno de los vertederos de basura que han improvisado los habitantes de Santa Rosa, ante la falta de una unidad compactadora de aseo urbano.
La rutina la cumple cada tres o cuatro días, pues depende de la cantidad de basura que se acumule en el patio de su vivienda, ya que desde 2018, en esa parroquia perteneciente al municipio Freites del estado Anzoátegui, no hay servicio de recolección de desechos sólidos.
Según cuentan los residentes, a principios de este siglo entró en servicio una unidad nueva, pero hace seis años se averió y luego "desapareció". Nadie sabe exactamente qué fue lo que pasó, pero lo que sí les ha quedado claro es que ahora en cada hogar deben gestionar la manera de deshacerse de los desperdicios.
"Yo agarro la carretilla y boto la basura allí. Mucha gente hace lo mismo porque como no hay camión tenemos que mantener los patios limpios", dijo el octogenario para referirse a un lugar ubicado en la calle Ayacucho, en el que se observa todo tipo de desperdicios.
En el pueblo hay al menos cuatro puntos que son usados por los vecinos para lanzar la basura. Uno se encuentra ubicado en la entrada, cercano al cementerio; otro está en la vía que conduce al río Capravera; y un tercero queda al final de la calle Ayacucho. También hay quienes lanzan basura en un terreno situado en pleno centro (al lado de la sede de la Policía del estado Anzoátegui).
Según lo que informan los pobladores, la cuadrilla de limpieza de la alcaldía de Freites lanza los desperdicios en ese punto ubicado en pleno casco central y son recogidos semanalmente por un camión volteo.
Liseth Martínez difiere de quienes usan esos vertederos improvisados, ya que considera que generan impacto, no sólo a nivel ambiental, sino también en la salud de las personas. “Mantengo las bolsas en el patio y cuando hay cierta cantidad pago al señor de un camión para que las recoja y se las lleve", aseveró.
Agregó que ha pagado hasta 20 dólares por esa labor.
Otro que paga por el servicio de recolección es Jesús Tovar, quien contrata el servicio cada dos semanas. "Pago 10 o 15 dólares. La verdad es que a todos nos afecta no tener esa unidad compactadora para recoger la basura como antes", expresó.
Tovar propone que se realice una asamblea de ciudadanos en la que se llegue a un acuerdo sobre la contratación de un camión volteo que recoja la basura.
"Si cada familia paga un dólar por esa recolección saldría barato y tendríamos un pueblo limpio, pero no se ha dado esa asamblea. Es cuestión de ponerse de acuerdo", acotó.
Los vecinos también comentaron que hay quema constante de basura, lo cual afecta a la población por el humo que se respira en el pueblo a toda hora.
Hay quienes acumulan basura en el patio hasta que tienen dinero para pagar por la recolección / / Foto: Danela Luces
El director de servicios públicos de la alcaldía de Freites, Frank Santamaría, manifestó que tienen limitaciones con los recursos y eso impide que puedan adquirir las unidades, maquinarias y equipos necesarios para optimizar los servicios públicos.
"Este municipio manejaba una cantidad enorme de recursos y se ha visto afectado por muchos factores, entre ellos, el bloqueo económico y las sanciones", aseveró.
Agregó que continuarán recolectando los desechos sólidos a través de los camiones volteos y que "se enviará una comisión de ambiente para inspeccionar las irregularidades en el manejo de los desperdicios", acotó.
Santa Rosa / Danela Luces
