Una grave sequía viven vecinos de Porlamar, municipio Mariño de Nueva Esparta, a raíz del hurto de parte de una tubería de agua potable, lo que ha resultado en la falta de suministro para más de 350 familias durante tres meses en los sectores de Palguarime, Villas de Palguarime, La Cruz Grande y parte de El Poblado.
Los residentes hacen un llamado urgente a la gobernación, la alcaldía, pero sobre todo a La Hidrológica de Caribe (Hidrocaribe) para que resuelvan este problema que los mantiene a secas. La situación es crítica, especialmente para niños y adultos mayores. Aunque se han utilizado cisternas para mitigar la falta de agua, el costo de estos servicios es elevado para esta población vulnerable.
Haideé Alfonzo, vecina de Villas de Palguarime, comentó que en su casa tiene un niño con síndrome de Down y a su esposo en cama con padecimientos de salud. "Somos personas de escasos recursos y con necesidades. Nos cobran siete dólares por mil litros de agua, cómo compramos eso con una pensión y los bonos. Me baño con una pimpina de agua para ahorrarla. Hace días nos mandaron un cisterna y el agua era salobre".
Además, en este sector funcionaba un “paral” de agua que debido al tránsito de las cisternas, deterioró la vialidad y la presión del líquido dañó las tuberías, lo que empeoró la situación hasta el punto de que la calle ahora tiene un gran cráter, en el que se puede observar la tubería principal expuesta y sumergida en líquidos residuales.
Esta situación que preocupa a la comunidad, ya que de haber una filtración se contaminaría el agua que va a miles de hogares.
La comunidad aguarda una respuesta rápida de las autoridades para resolver este inconveniente y reanudar la provisión de agua potable, vital para el bienestar y la salud de todos los residentes afectados.
Nueva Esparta / Mario Guillén Montero