Desde 2016, los habitantes de Las Bateas de Maurica, en Barcelona, esperan que les llegue agua potable por tubería, tras un trabajo que en ese entonces realizó la Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe) para brindar el servicio.
"Tenemos tubería y lo único que falta es la conexión en El Astillero, pero hasta ahora no nos han dicho más nada", manifestó el vecino Israel Hatache.
Ante esto, la comunidad es abastecida por medio de camiones cisternas. Desde la alcaldía les envían gratuitamente las unidades una vez al mes y el resto de los días, cuando necesitan, deben pagarles a los particulares para que les recarguen.
"Llenar el tanque pequeño cuesta $5 y el grande $7. En mi casa, semanalmente tenemos que estar pagando. Antes los cisterneros nos aceptaban trueque, pero ahora debemos vender el pescado para poder pagarles", agregó Hatache.
Cuando no tiene ni siquiera $1 para llenar un tambor, Albelis Fuenmayor comentó que debe ir hasta El Astillero para ver quién le regala agua.
"Pasamos bastante necesidad, porque el agua es necesaria para todo. Tenemos que rendirla y es más difícil para los que tienen niños", enfatizó Fuenmayor.
Lauri Tonito, al igual que sus vecinos, pidió ayuda a las autoridades competentes para que se aboquen a culminar este trabajo y así poder contar con el servicio.
Barcelona / Elisa Gómez