Suiza le dio la vuelta al marcador para vencer el viernes 2-1 a Serbia, pero la victoria podría quedar teñida por la política.
Los goles suizos fueron obra de Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri, jugadores con raíces albano-kosovares. Ambos festejaron haciendo el símbolo del águila bicéfala de Albania.
En la primera victoria del torneo con una remontada, Xhaka firmó el 1-1 a los 52 minutos con un remate desde el borde del área tras un rechace. Shaqiri anotó el segundo en los descuentos al culminar un contragolpe.
Xhaka, cuyo hermano juega con Albania, corrió hacia un costado de la cancha en Kaliningrado y entrelazó los dedos pulgares para hacer el símbolo del águila. Shaqiri se quitó la camiseta e hizo el mismo gesto, manos al pecho para convertir el gol decisivo.
El gesto que hicieron podría enardecer las tensiones entre los nacionalistas serbios y los albanos.
Shaqiri nació en Kosovo, ex provincia serbia que declaró su independencia en 2008. Serbia no reconoce la independencia de Kosovo y las relaciones entre ambos países son tensas. Los padres de Xhaka son oriundos de Kosovo y tienen raíces albanas.
Aleksandar Mitrovic puso en ventaja a Serbia a los cinco minutos con un cabezazo.
La victoria dejó a Suiza en el segundo lugar del Grupo E con cuatro puntos, misma cantidad que Brasil. Los suizos avanzarían a los octavos de final con una victoria contra Costa Rica el miércoles en Nizhny Nóvgorod. Serbia chocará con Brasil en Moscú al mismo tiempo.
A primera hora el viernes, los goles de Philippe Coutinho y Neymar le dieron a Brasil la victoria 2-0 ante Costa Rica, que quedó eliminada.
Kaliningrado, Rusia / AP