El año escolar 2021-2022 está por culminar y a juicio de la presidenta del Sindicato Venezolano de Maestros (Sinvema) en Anzoátegui, Maira Marín, lo único bueno que ha dejado es el regreso a clases presenciales, tras año y medio de confinamiento por la pandemia del Covid-19.
Y aunque es de lo poco que se puede rescatar de este período, la vocera sindical señaló que también fue un riesgo para alumnos, docentes, personal administrativo y obrero, pues más de 90% de los 1.374 planteles que hay en la entidad tienen una infraestructura en pésimas condiciones.
"Salvo unas pocas instituciones que fueron pintadas, no hubo ni una sola escuela en la que los entes gubernamentales hayan rescatado baños, techos, o al menos recuperado el servicio de agua potable. Y si los hay, particularmente no tengo registros".
Marín agregó que por todo lo antes mencionado, junto a la precariedad del programa de alimentación (la sardina en lata fue la proteína más distribuida) y a la nula reivindicación salarial, el balance que arroja es negativo y de insatisfacción.
"Con solo recordar que el sueldo del docente no alcanza ni para cubrir el transporte ya se puede tener una idea de lo grave que estamos. Además, esto ha traído como consecuencia la carencia de educadores, ya que muchos prefieren dedicarse de lleno a actividades secundarias que les generan mejores ingresos".
La sindicalista señaló que a todas estas “calamidades”, hay que sumarle la violación de la estabilidad laboral de la que han sido víctimas varios directores de planteles en la región. "Las autoridades educativas están pasando por encima de los debidos procesos administrativos al cambiar arbitrariamente a quienes están en un cargo asignado por decreto".
Barcelona / Javier A. Guaipo