Grupos de manifestantes se enfrentaron hoy a la Policía a las puertas del Congreso argentino, arrojando piedras y botellas, cuando restan minutos para el inicio de la sesión en la que el Gobierno busca aprobar una reforma del sistema de pensiones que cuenta con gran rechazo político y social.
La situación dejó por el momento dos agentes lesionados: uno con una herida en la mano y el otro en la cara tras sufrir el golpe de una piedra, informaron a EFE fuentes del Ministerio de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires.
Para el dispositivo policial desplegado en el marco de la sesión en la Cámara de Diputados, una jueza remarcó hoy que debe aplicarse la ley que prohíbe a los efectivos usar armas de fuego para contener las manifestaciones, e insistió en que las balas de goma solo deberán usarse en las mismas condiciones y a una distancia que "evite las posibles consecuencias nocivas para los manifestantes".
No obstante, para el operativo se dispuso que esté al frente la Policía de Buenos Aires, a cargo del Gobierno local, y no la Gendarmería -fuerza de naturaleza militar que depende del Ejecutivo nacional- por la controversia que se generó después de que el pasado jueves, cuando se iba a debatir el proyecto en otra sesión, se diera un enfrentamiento entre gendarmes y manifestantes que dejó decenas de heridos y varios detenidos.
El Palacio Legislativo, en la capital argentina, amaneció hoy totalmente cercado con el fin de evitar que los manifestantes, convocados por diversas organizaciones sindicales y sociales, pudieran llegar al acceso al recinto y provocar accidentes.
"Deseo de todo corazón que lo que vivimos el jueves pasado no lo volvamos a vivir. Que no exista la represión indiscriminada que hubo. Va a haber mucha más gente que el jueves pasado", expresó esta mañana ante la prensa el diputado opositor Agustín Rossi, del kirchnerista Frente para la Victoria, convencido de que esta reforma cuenta con el "descontento absoluto de la totalidad de los argentinos".
Los cambios que plantea la reforma se centran en la modificación de la fórmula para calcular los aumentos del monto económico correspondiente a las jubilaciones, que según el Gobierno permitirán a los jubilados ganar más en 2018, en contra de la opinión de la oposición y los sindicatos, que consideran que constituye una rebaja para los sectores más vulnerables.
Es por eso que la Confederación General del Trabajo (CGT), la mayor central obrera de Argentina, convocó hoy una huelga nacional de 24 horas en rechazo al proyecto.
"Hoy es un momento en que ningún trabajador puede dejar a nuestros abuelos indefensos. Estamos acá porque nosotros vamos a ser abuelos, viejos, y si se aprueba esta ley estamos retrocediendo a un lugar donde se explotaba a la gente", expresó a EFE Carlos Cuevas, de la Confederación de Trabajadores de la Educación, en la manifestación a la puerta del Congreso.
Buenos Aires / EFE