A pesar de los riesgos que implica, Rusia reanudó bombardeos en las adyacencias de la planta de energía nuclear de Zaporizhzhia, en Ucrania, de acuerdo a un funcionario local.
En las últimas horas, la agencia de control atómico de la ONU presionó a las partes del conflicto para delimitar una "zona segura" y prevenir una catástrofe.
Según lo reseñado por AP, el gobernador regional, Valentyn Reznichenko, afirmó que la ciudad de Nikopol, en las cercanías de la planta nuclear más grande de Europa, fue atacada con artillería pesada.
“Hay incendios, apagones y otras cosas en la (planta) que nos obligan a preparar a la población local para las consecuencias del peligro nuclear”, expresó el funcionario.
Ante una posible fuga de radiación, los funcionarios distribuyeron pastillas de yodo a la ciudadanía. El manejo del conflicto ha generado alarmas en todo el mundo.
Puerto La Cruz / Redacción web