Utilizar el transporte público se volvió un calvario. Según lo manifiestan los usuarios, las unidades cada día son más escasas y deben esperar por más de 10 minutos en las paradas. Es por eso que quienes se dirigen a lugares no tan distanciados optan por irse caminando, pues además en los pocos autobuses, busetas y carritos que se encuentran laborando, el pasaje se ha incrementa al doble de lo establecido.
Por su parte, los transportistas aseguran que no se viviría esta situación si no existieran las limitaciones para surtirse de combustible.
El costo del pasaje en los autobuses que cubren la ruta Barcelona-Puerto La Cruz era de 5 mil bolívares, pero desde que se inició la cuarentena para evitar la propagación del Covid-19, oscila entre Bs. 7 mil y Bs 10 mil.
La señora Andreina Pérez, habitante de la ciudad capitalina, expresó que durante estos días que ha debido movilizarse para comprar alimentos, los choferes han estado aumentando la tarifa de manera arbitraria dependiendo de la hora.
“Hasta las 9:00 de la mañana exigen 7 mil bolívares y a partir de las 11:00, como saben que la gente empieza a retornar a su hogar, cobran Bs 10 mil y hasta más”.
En otras rutas de transporte ocurre lo mismo. Hacia comunidades lejanas de la zona metropolitana, las tarifas pueden alcanzar hasta los Bs 20 mil, como es el caso de los Tronconales, 29 de Marzo, Mesones, Ponderosa, El Viñedo, La Orquídea, Cruz Verde y Villas Olímpicas. Esto sin distinción del tipo de vehículo.
Debido a la restricción para transitar por las principales vías de la entidad, como parte de las medidas de seguridad establecidas por la cuarentena, a las unidades de transporte público solo pueden trabajar hasta las 11:00 de la mañana, pese a que las autoridades desmintieron que exista un horario de circulación en la entidad.
Milena Pérez / Barcelona