La subida de precios en los rubros alimenticios fue una constante en 2019. Un nuevo aumento sorprendía a los consumidores cada vez que salían a realizar sus compras.
A falta de un día para finalizar el año, las proteínas animales registraban incrementos con respecto al inicio de diciembre.
El precio del kilo de carne de res pasó de 110 mil bolívares a Bs 160 mil. El pollo varió de Bs 70 Bs mil a Bs 110 mil. El cerdo se ubicó en 170 mil bolívares.
El argumento dado por los vendedores para justificar estos ajustes es que esto no depende de ellos, sino del cálculo que los mayoristas fijaban de acuerdo con el valor del dólar. Así lo señalaron en reiteradas ocasiones al equipo de El Tiempo.
La constante variación llevó a los ciudadanos a reducir la cantidad que acostumbraban llevar a la hora de comprar y, en los casos más extremos, a eliminarlos de su dieta.
“Comprar de a kilo como antes ya no se puede. Los precios cada vez van más hacia arriba y se alejan de nuestro bolsillo. En mi casa, por ejemplo, empezamos a comprar un cuartito de pollo o por piecitas. Como somos tres, lo mechábamos y con eso bastaba para comer aunque fuera dos días”, comentó la consumidora María Salazar.
Darle un receso a los rubros durante la semana fue lo que tuvo que hacer Fernando Parra. “Consumíamos pollo o carne un día sí y otro no para que rindiera. Habían momentos en que ni siquiera lo comíamos porque se escapaba de nuestras manos adquirirlo”.
Sustitutos
Añadir hortalizas a las comidas era lo que hacían los ciudadanos ante la ausencia de la carne y el pollo. Según explicó Carmen Cerviño, las berenjenas, las papas y zanahorias, e incluso el ocumo, se volvieron parte de sus recetas por los costos de la proteína animal.
“Creo que cada venezolano ha tenido que reinventarse y aprender nuevas recetas para poder alimentarse y hacerlas atractivas para los más pequeños de la casa. En lugar de carne empecé a preparar guisos con hortalizas y me salía más económico”, comentó
Puerto La Cruz / Milena Pérez
