La flota pargo-mero en Margarita, vital para la economía insular, se encuentra prácticamente paralizada. Con unas 600 embarcaciones y empleando a más de 70% de la mano de obra útil del estado Nueva Esparta, la industria pesquera enfrenta serias limitaciones debido a la escasez de combustible.
"Esta situación afecta no solo las faenas de pesca, sino también actividades conexas como la comercialización, procesamiento, exportación de especies capturadas, mantenimiento de buques y aprovisionamiento de materiales, impactando negativamente en la economía insular", reseñó José Vicent, pescador de la península de Macanao.
Los pescadores comentaron que tras la llegada de Pedro Tellechea a la presidencia de Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa), se intentó implementar un plan especial de distribución de combustible en consenso con las asociaciones pesqueras, el cual era ejecutado por Fondo Pesquero y Acuícola de Venezuela (Fonpesca) y la estatal petrolera.
Sin embargo, este plan duró solo un mes debido a la objeción de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, por lo que suspendieron el expendio durante casi dos meses. Posteriormente, se instauró un protocolo de seguridad para la distribución de combustible a la flota pargo-mero, bajo la supervisión de un comité compuesto mayoritariamente por militares. Este proceso discrecional ha obstaculizado aún más la asignación y distribución de diésel.
Actualmente, el suministro de combustible se encuentra suspendido desde hace más de un mes, sin pronunciamientos oficiales de las autoridades competentes. La flota pargo-mero requiere aproximadamente 400 mil litros de diésel semanales, pero solo ha recibido fracciones de esta cantidad, provocando la inoperatividad de varias embarcaciones en los puertos.
Alberto Marval, un pescador de Tubores, declaró que la falta de actividad pone en riesgo la producción y los ingresos económicos de cientos de familias que dependen de la pesca para su sustento. Los trabajadores del mar, desesperados ante la falta de combustible, han intentado protestar, pero fueron bloqueados por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB) para evitar manifestaciones.
Estos trabajadores aseguran que la imposibilidad para acceder al combustible mantiene paralizadas sus actividades, lo cual afecta gravemente sus medios de vida y la economía del estado Nueva Esparta.
Nueva Esparta / Mario Guillén Montero