Organizaciones y dirigentes de distintas corrientes políticas -desde aliados chavistas hasta opositores de derecha-, se pronunciaron este fin de semana para rechazar la intervención del Partido Comunista de Venezuela (PCV) por parte del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
A través de la sentencia 1160, con ponencia de la magistrada Michel Adriana Velásquez, la alta corte nombró el viernes 11, una junta ad hoc para sustituir a las autoridades electas encabezadas por Oscar Figuera y Perfecto Abreu Nieves.
La nueva directiva, a cargo de Henry Parra (presidente) y Sixto Rodríguez (secretario general), tendrá también control de los símbolos y tarjetas de la tolda del gallo rojo.
A través de un comunicado, las anteriores autoridades calificaron lo ocurrido como un “asalto” cometido por el gobierno de Nicolás Maduro.
Agregaron que “a través de una arbitraria sentencia judicial (se) avala la imposición de una directiva compuesta por mercenarios al servicio de la cúpula que dirige el Psuv”.
“Este fraude procesal, que violenta los derechos políticos del PCV y del pueblo trabajador venezolano, no solo crea un grave precedente en la historia política y jurídica del país, sino que deja al descubierto el carácter autoritario, antidemocrático y reaccionario del Gobierno-Psuv”.
La directiva desplazada por el TSJ, anunció que ejercerá “acciones jurídicas y políticas, nacionales e internacionales” para defender su derecho a existir como Partido Comunista “y a seguir luchando por el reagrupamiento de las fuerzas políticas, sociales, obreras, campesinas y populares para conquistar una salida revolucionaria a la crisis capitalista venezolana”.
En declaraciones posteriores, el diputado Oscar Figuera, agregó que desde el verdadero PCV, no permitirán “que una decisión jurídica impida que el instrumento que ha sido construido por heroicos militantes a los largo de 92 años (de historia partidista) pueda ser destruido”.
Distintas organizaciones de izquierda del mundo también manifestaron su respaldo al PCV, como el Partido Comunista de Suecia o el Nuevo Partido Comunista de los Países Bajos.
Alrededor de 14 partidos han sido intervenidos por el gobierno madurista a lo largo de los últimos 10 años. Entre las organizaciones afectadas se encuentran: el PPT, Podemos, AD, Copei, Voluntad Popular, UPV, Nuvipa, Tupamaro, Bandera Roja, Compa, MinUnidad, MEP y Acep.
En el caso del PCV, aunque logró mantener buenas relaciones con el gobierno de Hugo Chávez -no sin ciertas tensiones-, desde hace algunos años comenzó a cuestionar las políticas económicas y sociales implementadas por la administración de Maduro, a las que tildaron de neoliberales.
Uno de los detonantes de la intervención fue el rechazo del PCV a los recientes ataques sufridos en recorridos de campaña por los dirigentes de Vente Venezuela (VV), María Corina Machado, y de Primero Justicia (PJ), Henrique Capriles Radonski. El madurismo especuló sobre una alianza entre Machado y el Partido Comunista, algo que este último rechazó enfáticamente.
A pesar de las diferencias políticas, otras toldas y voceros de la oposición tradicional se sumaron este sábado y domingo, a las manifestaciones de rechazo a la medida de intervención.
PJ indicó, también a través de un comunicado, que esta “acción judicial amañada (…) representa una nueva arremetida del régimen en contra del sistema democrático que intentan desvanecer a fuerza de imposiciones y autoritarismo; demostrando una vez más que su prioridad es mantenerse en el poder y que poco le importa el bienestar de sus ciudadanos”.
“El PCV, partido que inicialmente fue el principal aliado del proyecto chavista, actualmente padece las mismas represalias que los partidos que, desde un inicio, nos negamos a ceder ante un régimen dictatorial, tan sólo por alzar su voz, hace algunos meses, en contra de ciertas medidas económicas tomadas por Nicolás Maduro”, apuntó la tolda aurinegra.
Capriles Radonski, candidato a las primarias opositoras por PJ, también fijo posición por la red social X (antes Twitter).
“Esta acción contra el PCV es un símbolo de gran debilidad dentro del madurismo. De esta sentencia del TSJ a la cárcel o a la persecución personal hay un solo paso. Ni los que apoyan a Maduro tienen garantías políticas”.
Agregó Capriles que a pesar de “no compartir la visión del PCV”, respeta “su derecho a existir como partido y sus derechos ciudadanos”. “Eso es parte de la democracia por la que tanto hemos luchado”.
También se pronunciaron los candidatos Freddy Superlano de Voluntad Popular; Roberto Enríquez de Copei, Andrés Velásquez, de La Causa R y Andrés Caleca de Movimiento por Venezuela. Este último apuntó que lo sucedido demuestra que los que gobiernan “no son comunistas, ni socialistas, ni liberales, ni socialdemócratas, ni derechistas”.
El PCV recibió también durante el fin de semana apoyos de diversas organizaciones de izquierda nacionales. El partido del gallo rojo realizó el pasado sábado un acto en el Teatro Cantaclaro de Caracas -programado antes de que fuera publicada la sentencia del TSJ-, para celebrar los 100 años del nacimiento de Alberto Lovera y los 86 años de la primera conferencia nacional del PCV.
La actividad sirvió para que se dieran cita distintas organizaciones y actores políticos que manifestaron su apoyo a la tolda, ahora intervenida, entre ellos Rafael Uzcátegui, del ala no judicializada del PPT, Felipe Mujica del MAS, y ex ministro de Planificación del gobierno de Chávez, Jorge Giordani. Este último señaló que este tipo de decisiones son tomadas por los que quieren “quedarse a toda costa con el poder”.
Analistas electorales advirtieron que con la confiscación de los símbolos y la tarjeta del PCV, la disidencia y el sector crítico al madurismo quedan sin organizaciones políticas por las cuales votar en una elección.
La agrupación Marea Socialista -cuya legalización como partido, al igual que Redes, ha sido impedida desde el Consejo Nacional Electoral (CNE)- repudió el fallo judicial.
“Hacemos un llamado a las organizaciones políticas y sociales, activistas e individualidades a que levantemos una fuerza unitaria en rescate de las libertades democráticas”.
Marea Socialista propone que las distintas corrientes políticas y agrupaciones de defensa social se “articulen” con acciones conjuntas y avancen en la construcción de un programa de lucha común.
“Un programa que englobe las demandas básicas de la clase trabajadora, la defensa de los derechos humanos, sociales y democráticos, así como propuestas sobre la conducción económica y política (…) enfrentando al gobierno anti obrero y a los factores capitalistas y pro imperialistas que terminan convergiendo en torno a sus negocios, basados en la super explotación de la clase obrera venezolana y la opresión de los sectores populares”.
La reagrupación del chavismo disidente, parece, de esta forma, ser el camino a seguir por las organizaciones que lo representan.
Caracas / Rodolfo Baptista
