Juguetes como súper héroes, princesas y otras figuras del cine y la televisión ocupan las vidrieras de los comercios para cautivar la atención de los más pequeños de la casa, quienes observan detalles para, con ilusión, redactar su carta al Niño Jesús que, según la tradición, trae regalos en Nochebuena.
Y esto significa un reto y un sacrificio para los padres que buscan cumplir con las costumbres de la época más esperada por muchos.
“Tenemos que elegir entre una cosa y otra. Realmente los sueldos no nos dan para abastecernos de comida, ropa, zapatos y demás. Y si pensamos en comprar un solo juguete, gastamos todo el aguinaldo”, refirió Andrés Benítez, de 45 años de edad.
Los más deseados por los niños son las figuras que cantan, hablan o imitan cualquier otra habilidad humana. Estos superan el 1 millón 500 mil bolívares.
“Mi niña quiere una muñeca que menciona palabras y trae accesorios, pero cuesta casi dos millones de bolívares. Prometí que haría todo lo posible para comprarla, pero a estas alturas no será posible”, comentó Teresa Córdoba mientras miraba precios en un local comercial.
“Además las tiendas han aprovechado la temporada para aumentar desmedidamente”, añadió
Algunos carros y muñecos más pequeños se consiguen desde 100 mil bolívares.
Según lo dicho por comparadores, les ha tocado decirles a los más pequeños de la casa que este fin de año no vendrá el Niño Jesús a traer juguetes por motivos económicos. Pero, que en cambio tendrán ropa y calzado de estrenos.
Sin embargo, no dejar en el olvido la tradición es lo que ha motivado a unos cuantos padres a “hacer un esfuercito” para comprarles a sus niños un regalo en esta Navidad. Este es el caso de la señora Lérida de Yañez, quien mencionó que dispondrá de algunos ahorros para comprarle un juguete a su hija de 3 años.
“La situación está un poco dura, pero no podemos permitir que nuestros hijos pasen una fecha tan importante sin disfrutar con lo que les gusta”, expresó.
Otras alternativas para entregar un obsequio a los niños mayores de 5 años son los monopatín y bicicletas, que superan los 2 millones de bolívares.
Milena Pérez / Barcelona
