El Comité por la Libertad de los Presos Políticos (Clippve) informó que Jesús Rafael Álvarez (44), fallecido la semana pasada mientras permanecía recluido en el Internado Judicial de Tocuyito en Carabobo, fue sepultado la mañana de este domingo en Anaco, estado Anzoátegui.
A través de sus redes sociales, la Organización No Gubernamental (ONG), apuntó que el sepelio se realizó en presencia de su hijo Jesús Alejandro Álvarez Suarez de 22 años y “bajo supervisión de funcionarios del Estado”.
Sus dos hijas menores de 7 y 17 no pudieron asistir al entierro, así como tampoco su esposa Anny Suárez de Álvarez, quien se encuentra detenida en el destacamento 625 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), ubicada en Puerto Ordaz, estado Bolívar.
La pareja fue privada de libertad el pasado 2 de agosto cuando se encontraba en su residencia ubicada en El Callao, en el contexto de la crisis política registrada luego de las elecciones del 28 de julio.
La noche del sábado fue autorizado el retiro y traslado del cuerpo de Jesús Rafael Álvarez desde la morgue del Hospital Central de Valencia hasta la localidad anzoatiguense.
Álvarez falleció el jueves 12 de diciembre en circunstancias que aún no han sido aclaradas por las autoridades.
Según el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) el cuerpo sin vida de Álvarez fue sacado del penal el viernes 13 y trasladado al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf). Su hijo acudió a las instalaciones del organismo, y reconoció el cadáver de su padre a través de una fotografía.
“En la foto (Jesús) vio a su papá irreconocible, demacrado, con barba y extremadamente delgado”, indicó el OVP.
El sábado 14 en la noche, los restos del preso político esperaban para ser retirados por sus familiares, en la morgue de la Ciudad Hospitalaria, Dr. Enrique Tejeras, conocida también como Hospital Central de Valencia.
“Mi papá era una persona sana, no padecía de nada. Allí lo castigaban sólo por tener hambre”, dijo su hijo al OVP.
De acuerdo con las autoridades, el cuerpo del preso político se encontraba en un estado de descomposición muy avanzado.
Tanto sus familiares como distintos activistas de Derechos Humanos continúan exigiendo la libertad de Anny Suárez, esposa del fallecido.
“Nuestra solidaridad para la familia Álvarez Suárez. Un crimen como este no puede quedar impune. Exigimos justicia”, señaló el Comité por la Libertad de los Presos Políticos.
Caracas / Rodolfo Baptista
