Estudios toxicológicos realizados a un niño de 4 años que murió en Guanta, la tarde del pasado viernes, revelaron que éste fue víctima de una mordedura de serpiente.
Se supo que los análisis arrojaron que el pequeño tenía en la sangre veneno de culebra, por lo que se descartó que su fallecimiento ocurriese debido a los efectos de un caracol.
El menor de edad jugaba esa tarde en el garaje de su casa, en la calle El Crucero de El Chaparro de Chorrerón, en Guanta, cuando fue mordido por la víbora.
Los familiares dijeron que el infante sufrió el ataque en el dedo índice de la mano izquierda y le dijo a su papá que había sido un caracol.
Fueron los forenses quienes ordenaron el estudio toxicológico para determinar qué veneno acabó con su vida.
Barcelona / Eleida Briceño
