El gobierno del presidente Donald Trump pidió este martes la renuncia del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
"Por la seguridad de toda la gente de Latinoamérica, es hora de que Maduro renuncie", dijo la embajadora estadounidense ante la ONU Nikki Haley durante un discurso sobre la región.
"No estoy segura de cómo haremos eso posible pero sí sé que no podemos detenernos", agregó tras su discurso, durante una conferencia organizada por el Consejo de las Américas. "Tenemos que seguir aislando a Maduro hasta que ceda".
Haley añadió que los venezolanos son "víctimas involuntarias de un narco-estado criminal" y sostuvo que las elecciones del 20 de mayo, en las que Maduro buscará la reelección, serán fraudulentas si carecen de observadores independientes.
La embajada venezolana no ha respondido por el momento a un mensaje que se le dejó en busca de comentarios.
Citando cifras de Naciones Unidas, Haley dijo que 1,5 millones de venezolanos han salido de su país desde el 2014, y describió el éxodo como "el desplazamiento de gente más grande en la historia de la región".
El gobierno venezolano ha rechazado la ayuda internacional, sosteniendo que eso representaría una intervención extranjera. El país sudamericano niega la existencia de una actual crisis humanitaria.
Las declaraciones de Haley no se limitaron a Maduro. Ella describió la situación actual en Venezuela como parte de un modelo que también incluye a Cuba y Nicaragua y que "está comprobado que no funciona para nada".
Whashington / AP