La suerte no acompañó a Manuel Celestino Cermeño Chanchamire, de 54 años, la tarde de este martes, cuando reparaba, junto a su hijo, el ascensor de uno de los edificios de residencias Nueva Guaica, en la avenida Costanera de Barcelona.
Una de las guayas del elevador se soltó, lo que hizo que el aparato subiera y lo impactara, dejándolo aprisionado entre los pisos 6 y 7.
Varios coopropietarios lo rescataron y llevaron a la clínica Zambrano de Barcelona, pero llegó sin vida.
A la morgue del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) fueron llevados los restos del hombre que, posteriormente, reclamó uno de los hijos de nombre Ángel Cermeño.
Detectives de la policía científica iniciaron las averiguaciones para constatar en qué circunstancias se produjo el fallecimiento de este ciudadano.
Se supo que Manuel Cermeño Chanchamire residía en el sector La Montañita, en Nueva Barcelona.
Barcelona / Eleida Briceño