Una peruana que recibió la vacuna experimental contra el nuevo coronavirus de la gigante china Sinopharm murió a causa de una “neumonía por COVID-19”, informaron el martes las autoridades, quienes no anunciaron la suspensión de las pruebas.
La Universidad Peruana Cayetano Heredia, que coordina desde 2020 en Perú los ensayos en tercera fase de la vacuna de Sinopharm, dijo en un comunicado que Mariela Vela, de 54 años, falleció el lunes luego de estar “luchando por su vida por más de una semana”. La institución aseguró que no se sabe si la voluntaria recibió placebo o la vacuna.
“Los casos de infección en los participantes que reciben placebo corresponden a lo que ocurriría en la población no inmunizada, y los casos de infección en los participantes que hubieran recibido alguna de las vacunas pueden ocurrir en razón de que la eficacia de las mismas no sea del 100%”, se indicó. Sinopharm dijo en diciembre que su vacuna tiene una efectividad de 79,3%.
Perú ha comprado un millón de dosis de la vacuna de Sinopharm que serán aplicadas a fines de enero o en febrero al personal sanitario que trabaja en la primera línea del combate al coronavirus.
Vacuna sin efecto
Fanny Vela, hermana de la fallecida, dijo a The Associated Press que Mariela recibió las dos dosis de la vacuna de Sinopharm el 7 y 29 de octubre de 2020. “Pero, el 11 de enero Mariela se sintió mal y le hicieron una prueba molecular para detectar el coronavirus y dio positivo”, indicó Fanny.
Mariela fue al hospital en una zona del norte de Lima por tres días consecutivos, pero la devolvieron a casa pese a estar infectada y sentirse muy mal. El 14 de enero, cuando la oxigenación en su sangre se había deteriorado, la internaron hasta que murió el lunes 25 a las siete de la noche.
“Nos indicaron que mi hermana fue afectada en el páncreas y el hígado”, añadió Fanny. “La doctora dijo que Mariela presentó hipertensión y diabetes, pero se supone que ella no tenía ambas enfermedades porque sino no hubiese sido admitida en el ensayo de Sinopharm”, indicó.
Mariela Vela era directora de una escuela pública peruana y estaba contenta de participar en el ensayo. “Con el tiempo se desanimó porque no recibió el apoyo ni el monitoreo diario que la farmacéutica le prometió antes de participar del ensayo”, dijo su hermana Fanny.
En diciembre Sinopharm suspendió por unos días su ensayo porque un voluntario de 64 años mostró una “disminución de fuerzas en las piernas”. Luego el ensayo volvió a realizarse y se mantiene hasta la actualidad.
Lima / AP