Un prominente miembro del Comité Olímpico Internacional reconoció que no está seguro de si los pospuestos Juegos Olímpicos de Tokio se inaugurarán dentro de seis meses, en vista de que la pandemia empeora en Japón y en el resto del mundo.
Richard Pound, miembro canadiense del COI, hizo los comentarios a la cadena británica BBC en momentos en que el primer ministro japonés Yoshihide Suga declaró el jueves un estado de emergencia para Tokio y las prefecturas circunvecinas.
“No puedo estar seguro, debido a este elefante que está dentro de la habitación, que es el aumento en los casos del virus”, dijo Pound al hablar sobre el futuro de los Juegos.
La orden de emergencia en Japón, cuyo acatamiento es mayormente voluntario, permanecerá vigente hasta la primera semana de febrero.
Tokio reportó el jueves un número récord de 2.447 casos nuevos, un alza de 50% respecto del día anterior, en el que también se impuso una marca. El país ha atribuido más de 3.500 muertes al COVID-19, un número relativamente bajo para un país de 126 millones de habitantes.
El tiempo vuelve a presionar a Tokio. Los organizadores han asegurado que los Juegos Olímpicos se llevarán a cabo, pero no se espera que revelen planes concretos de operación sino hasta el segundo trimestre del año.
Para el 25 de marzo, está previsto el comienzo de los relevos con la antorcha. Participarían unos 10.000 corredores que recorrerían el país durante cuatro meses, antes de la ceremonia inaugural programada para el 23 de julio.
Pound recalcó que los deportistas deben representar la prioridad a la hora de aplicar vacunas, dado que servirían como “modelos”. Los comentarios de Pound parecieron contradecir a los emitidos por el presidente del COI Thomas Bach.
En noviembre, durante una visita a Tokio, Bach dijo que debe alentarse a los deportistas para que se vacunen, aunque ello no sería obligatorio. Añadió que tampoco era adecuado priorizar a los deportivas en la vacunación.
Bach dijo que las enfermeras, los médicos y los trabajadores del sector salud debían ser los primeros en inmunizarse, antes que los deportistas, jóvenes saludables.
“Los deportistas son modelos importantes de conducta y, al recibir la vacuna pueden enviar un mensaje poderoso acerca de que la vacunación no sólo tiene que ver con la salud personal sino con la solidaridad y la consideración del bienestar de otros en sus comunidades”, subrayó Pound.
En una entrevista por separado con la cadena británica Sky News, Pound fue más allá al afirmar que dar prioridad a los deportistas podría ser “la manera más realista de avanzar”.
“En Canadá, donde tendríamos 300 o 400 deportistas —que asignen 300 o 400 vacunas de las varios millones de dosis a fin de que Canadá sea representada en un evento internacional de esta importancia, carácter y nivel— no creo que habría ningún clamor público sobre eso”, aseveró.
Distintos reportes apuntan a que el despliegue de las vacunas en Japón se lentificaría ante la necesidad de realizar pruebas clínicas locales. Algunas vacunas no estarían disponibles sino hasta mayo, aunque Suga confía en que habrá unas cuantas listas en febrero.
La opinión pública japonesa se ha vuelto a mostrar escéptica. Un sondeo realizado el mes pasado entre 1.200 personas por la cadena nacional de televisión NHK reveló que el 63% de los encuestados preferiría otra posposición o la cancelación de los Juegos Olímpicos.
El COI ha advertido que los Juegos, postergados ya en 2020 debido a la pandemia, no se pueden aplazar de nuevo, sino que ante nuevas eventualidades tendrían que cancelarse.
El presupuesto para los Juegos de Tokio también va al alza. El nuevo presupuesto oficial es de 15.400 millones de dólares, que supera por 2.800 millones el presupuesto anterior. Los nuevos costos provienen del aplazamiento.
Varias auditorías del gobierno japonés han revelado que los costos se acercan al menos a los 25.000 millones de dólares. En un estudio publicado hace cuatro meses, la Universidad de Oxford señaló que se trata de los Juegos Olímpicos de verano más caros de la historia. Y eso fue antes que el costo por su postergación fuera añadido.
Todo excepto 6.700 millones de dólares del fondo para los Juegos Olímpicos provienen de dinero público.
Tokio / AP