Es oportuno recordar algunas de las mentiras que se convirtieron en dogmas políticos dentro del régimen venezolano. Empecemos:
1-. Indigenismo: Desde hace mucho tiempo quienes defienden este adefesio político denominado “revolución” se autoproclamaron como “indigenistas”. Se ufanaban de defender los derechos de los pueblos aborígenes de Venezuela, como de Latinoamérica.
La verdad sale a la luz en el momento actual de la vida nacional; el régimen usurpador arremete con ferocidad en contra del pueblo pemón en Santa Elena de Uairén. Según lo que denuncian los gobernadores indígenas, ese pueblo ha sido asesinado por órdenes de Maduro.
Aquí vemos lo “tanto que quieren” los socialistas a los indígenas venezolanos. Con hechos, vemos como la izquierda solo quiere a aquellos que se doblegan ante ellos, si un sector de la sociedad se rebela entonces es tildado de enemigo y es destruido.
2-. Feminismo: La izquierda se hace llamar feminista, y el socialismo venezolano hace lo propio. Emplea la retórica de “ellos y ellas”, sin importarle las reglas del castellano, sin embargo es solo discurso.
Si la izquierda defendiera los derechos de las mujeres, luchara para apoyar el rol más emblemático de las mujeres: su maternidad.
El régimen venezolano ha puesto a sufrir a miles de madres. Han sacado lágrimas de madres que lloran por sus hijos asesinados, aprehendidos o en el exilio forzoso, lloran por no poder alimentar a sus bebés, y lloran por la crisis que no les permiten comprar medicamento al fruto de sus entrañas.
¿Aman a las mujeres? En verdad las desprecian de una forma atroz, solo las ven como herramientas de la retórica política.
3-. Bolivarianismo: ¡Oh Dios! Como al ultrajado la memoria del Libertador. Han dicho, desde los tiempos del finado, que el Padre de la Patria era socialista y antiimperialista.
Lo cierto, es que Bolívar fue parte de la casta económica de Venezuela antes de la independencia. La revolución que dirigió no fue de carácter popular, sino que la integró la clase media de entonces, es decir los blancos criollos.
El carácter social y popular de las fuerzas patriotas se lo dio el General José Antonio Paez, quien se convirtió en el “taita” de aquellos llaneros de pantalón a media pierna y lanzas en sus manos.
La izquierda nunca ha sido, ni será bolivariana. El mismo Karl Marx, padre del socialismo científico, despotricó de Bolívar llamándolo el “mayor reaccionario de América”.
¿La razón? Simple, Bolívar no fue antiimperialista, por el contrario él fue imperialista. Con sus hechos fue construyendo un imperio en Sudamérica que lamentablemente no sobrevivió a él.
4-. Cristianismo: El difunto cometía la blasfemia en calificar a Jesucristo como el “primer socialista del mundo”, lo que es contrario a la realidad histórica. El socialismo es y siempre será la antítesis de los valores cristianos.
Los socialistas siempre han sido ateos, y siempre han fomentado creencias liberales y/o paganas anticristianas.