Obviamente, los Yanquis son los Bombarderos de Bronx. Resulta que este grupo también se nutre con un grupo de rutilantes fildeadores.
“No creo que quieran la atención”, comentó el receptor Austin Romine previo a la serie de campeonato de la Liga Americana ante Houston. “Tenemos un grupo de gente que sabe jugar defensa y ahora es que muchos empiezan a darse cuenta”.
El primera base DJ LeMahieu, el torpedero Didi Gregorius, el segunda base Gleyber Torres y el jardinero derecho Aaron Judge se destacaron con joyas defensivas para importantes outs en la victoria el lunes que completó la barrida de Minnesota en la serie divisional.
“Gleyber ha crecido una enormidad defensivamente”, dijo el manager Aaron Boone. “En líneas generales, en cuanto a defensa, considero que somos un mejor equipo”.
Nueva York quedó a mitad de tabla en las mayores con 1.7 carreras defensivas por encima del promedio, según Fangraphs. Se trata de un importante vuelco del -15.7 de los desprolijos Yanquis de 2015 y del -1.9 del año pasado.
Oakland lideró las mayores con 42.9 esta temporada y Pittsburgh fue el peor con -51.0. Entre los equipos que siguen con vida en los playoffs, San Luis fue tercero con 39.8, Houston 10mo con 9.9 y Washington 17mo con 0.9.
El juez de los jardines
Medir el desempeño defensivo ha sido uno de los grandes enigmas de la era digital del béisbol, magnificando lo complejidad de la revolución analítica. Por algo el patinaje y la gimnasia en los Juegos Olímpicos cuentan con personas como jueces, no computadoras.
Aaron Judge de los Yanquis lideró a los jardineros derechos con 8.7, por encima de Mookie Betts (Boston) con 7.0. Gregorius declinó a 3.7 de un 9.8 tras una cirugía Tommy John. El tercera base colombiano Gio Urshela tuvo un -0.8, en contraste al -14 del dominicano Miguel Andújar el año pasado.
LeMahieu, tres veces ganador del Guante de Oro, alcanzó un 4.9 en la intermedia (donde fue titular en 66 juegos), además de un 0.9 en la tercera (47) y -3.0 en la primera (28). El venezolano Torres mejoró a -3.3 de -6.2 y aunque el receptor dominicano Gary Sánchez dio la impresión de repuntar, su índice retrocedió de 10.2 a 1.5.
“Creo que mucha gente tiene opiniones diferentes sobre evaluar defensa y no existe un mundo perfecto”, dijo el gerente general Brian Cashman. “Todos tenemos que depender con lo que vemos con nuestros ojos en cierto grado. Algunas mediciones indican que Didi no es un buen defensor, pero si lo ves jugar, estarás en desacuerdo. Así que lo de las estadísticas es algo en evolución, pero como todo, eventualmente se consolidará”.
Nueva York ha sido un equipo muy inclinado a las formaciones especiales en defensa. Los Yanquis pasaron de las 1.449 jugadas en 2018 a 1.702 este años, según Sports Info Solutions, y en una muestra del crecimiento desmesurado de las formaciones bajaron del sexto que más lo hacen al 13ero. La jugada más brillante fue la ejecutada por Torres, internado en lo corto del jardín derecho en el tercer juego. Fue donde alcanzó el rodado de Eddie Rosario al deslizarse y tiró a LeMahieu para el primer out.
“Hizo como seis o siete por encima del promedio en el juego”, dijo el relevista Adam Ottavino. “Una jugada defensiva tiene tantas variables: a dónde se bateó, dónde te ubicas, la rotación de la pelota, la circunstancia en el juego, los corredores. Tantas cosas que hacen que sea más difícil cuantificarlo”.
Los pitchers, en particular, aprecian las jugadas.
“Sin importar lo bien que bateas o lanzas, siempre hay una o dos jugadas defensivas”, resaltó el relevista Zack Britton. “Si no las haces la mayoría de las veces durante un juego, te quedas pensando al final: ’si hubiéramos hecho esa jugada, hubiéramos ganado”.
AP / Nueva York