El laboratorio Moderna anunció el jueves que va a comenzar a probar en humanos las primeras dosis de su vacuna contra el VIH, basada en la revolucionaria técnica del ARN mensajero, que también se está utilizando en algunas vacunas contra el coronavirus.
Este proyecto es posible tras la alianza de la empresa farmacéutica estadounidense con el International AIDS Vaccine Initiative (IAVI), una organización científica sin ánimo de lucro, y Scripps Research, un centro de investigación médico.
El ensayo clínico entra en Fase I y pasa a contar con un pequeño grupo de voluntarios después de que haya dado prometedores resultados en ratones y primates.
En él participan cuatro centros de Estados Unidos, que inscribirán a 56 adultos sanos y sin el virus. Las respuestas inmunitarias de los participantes se examinarán con detalle molecular para evaluar si se lograron las respuestas deseadas. Además, se controlará su seguridad durante los seis meses posteriores al último pinchazo.
"La búsqueda de una vacuna contra el VIH ha sido larga y desafiante, y contar con nuevas herramientas en términos de inmunógenos y plataformas podría ser la clave para lograr un progreso rápido y eficaz", dijo Mark Feinberg, presidente de IAVI.
En esa búsqueda "larga y desafiante" ha habido muchas decepciones. En 40 años desde la detección del primer caso de Sida han sido numerosas las investigaciones para encontrar una vacuna que han fracasado. El virus, de por sí complicado, ha mutado mucho, y eso ha dificultado las cosas, reseñó 20 Minutos.
Pero en los últimos tiempos han sido varias las noticias que invitan a cierto optimismo. Antes de esta notificación de Moderna, el año pasado el ensayo de Janssen, denominado Mosaico, arrancó su última fase, la III, algo que no ocurría con una vacuna contra el VIH desde hace diez años.
La última en lograrlo tuvo que guardarse en un cajón porque finalmente solo evitaba el 30% de las transmisiones.
Estados Unidos / Redacción Web