Pasar por el negocio de Maximiliano Sánchez y pedir un solo vaso de “La Vitamina” es casi imposible. Al tomar el primer sorbo muchos son los que comienzan a recordar momentos de su infancia en los que ésta bebida era casi el día a día de quienes habitan en la ciudad de El Tigre, al sur del estado Anzoátegui.
Han sido más de 60 años de tradición que han marcado a los anzoatiguenses, y no importa cuántos años pasen, los lugareños siempre recordarán el invento que Sánchez, sin pensarlo, creó como identidad propia para los tigrenses.
Se trata de una bebida a base de auyama, cuyo sabor se asemeja al mantecado, es de cremosa consistencia, liviana y de un frío abrazador que envuelve el paladar de todo el que pasa por el mercado municipal de El Tigre.
Muchos lugareños dejan correr sus lágrimas mientras prueba “La Vitamina” y es que el primer vaso es para recordar los buenos momentos, pero los siguientes son para revivir aquellos instantes en los que compartieron la bebida junto a sus seres queridos.
Hoy el negocio es atendido por Maximiliano Mathinson, uno de los nietos del creador de la mágica bebida, quien según cuentan, nació en el estado Nueva Esparta, donde solía inventar bebidas cremosas y nutritivas para los integrantes de su familia.
“A mi abuelo le encantaba inventar bebidas con frutas y vegetales. Esta fue una de las que más gustó y al llegar a El Tigre comenzó a venderla. La aceptación fue tan grande que aquí estamos; seis generaciones más tarde con la bebida tradicional de nuestro pueblo”, contó.
Orgulloso de su cepa, el joven asegura que el negocio sólo ha sido atendido por miembros de su familia y que son los únicos que preparan la merengada que, hasta ahora, no ha tenido competencia en la cuidad.
“Hay que tomarla en el sitio, porque la malteada es espumante y va perdiendo el frío con el pasar de los minutos”, revela el joven mientras enciende el antiguo batidor que da forma a la bebida después de que sale de congelador.
“La vitamina” es la única bebida en la ciudad de El Tigre que ha recibido el premio José Antonio Anzoátegui en su primera clase y la orden Don Simón Rodríguez en su única clase.
Maximiliano Sánchez era conocido como un eterno amante de “los guarapos” y hoy en día a los integrantes de su familia los apodan “la vitamina”.
“Aquí vienen familias enteras a buscar su bebida favorita, personas que han estado por muchos años fuera del país y que anhelan llegar pidiendo un vaso de la tradicional merengada. Otros se la han llevado, pero luego nos cuentan que no es igual”, asegura mientras sonríe al recordar.
La receta de la bebida a base de auyama sólo la sabe la familia Sánchez. Es el secreto mejor guardado de El Tigre. Todos se imaginan cuáles serán sus ingredientes, pero hasta ahora ninguno ha dado con esa fórmula secreta que encanta a los anzoatiguenses.
Hace un par de años la familia Sánchez autorizó la comercialización de “la Vitamina” en Cabimas, pero sólo porque es una de las nietas de Maximiliano la que las prepara. Y así esperan que se siga manteniendo la receta, de generación en generación y sea eterna en el tiempo.
El Tigre / Giovanna Pellicani