La llama olímpica llegó este domingo a París, donde comienzan los JJ.OO. en 12 días, coincidiendo además con la fiesta nacional de Francia del 14 de julio, ceremonia encabezada por el presidente galo, Emmanuel Macron, que afronta una crisis política inédita en el país.
Un militar montado a caballo tuvo el honor de descender la Avenida Foch portando la famosa antorcha hasta el Arco del Triunfo, donde le esperaban un grupo de jóvenes de Seine-Saint-Denis, departamento del empobrecido departamento vecino a París donde se celebra el grueso de las pruebas de los Juegos.
El militar encendió la antorcha a uno de los jóvenes -la manera de pasar el relevo- que fue pasando de manos entre varios de sus colegas, todos vestidos de blanco y situados frente la tribuna presidencial ubicada bajo el Arco del Triunfo, punto culminante de los Campos Elíseos.
Acompañado de su Gobierno en funciones, Macron, junto a su esposa Brigitte, saludó la llegada de la antorcha olímpica con la interpretación del himno nacional francés, la Marsellesa.
El presidente francés enfrenta una inédita crisis política desde que disolvió la Asamblea Nacional y convocó elecciones legislativas anticipadas el pasado 9 de junio, tras el revés en las europeas de su partido y el holgado triunfo de la ultraderecha de Marine Le Pen.
Al término de las dos vueltas de las elecciones (30 de junio y 7 de julio), la Asamblea quedó dividida en tres grandes grupos (izquierda, centrismo macronista y ultraderecha) con remotas posibilidades de entenderse para formar un Ejecutivo.
Aunque el izquierdista Nuevo Frente Popular (NFP) ganó los comicios, lo hizo muy lejos de la mayoría absoluta. Esta heterogénea coalición que incluye desde los moderados del Partido Socialista (PS) hasta los contestatarios de La Francia Insumisa (LFI) sigue atascada en negociaciones para presentar un candidato a la jefatura de Gobierno a Macron.
No obstante, el presidente, a quien cabe nombrar el Ejecutivo, consideró que ningún grupo venció las elecciones, lo que ha indignado a la izquierda, y adelantó que quiere “una coalición de base amplia”.
Desde que llegase a territorio francés en mayo procedente de Grecia, la antorcha ya ha recorrido buena parte de Francia y este domingo llegó a su capital. Entre el domingo y el lunes completa un itinerario con un importante componente simbólico.
En torno a 520 personas se relevarán llevando las antorchas con el fuego en trayectos de entre 200 y 400 metros cada uno, y entre ellas habrá algunas figuras como el exfutbolista y actual seleccionador olímpico Thierry Henry, el relevista que inicia el recorrido en los Campos Elíseos.
El actor Jamel Debbouze; la bailarina estrella de la Ópera de París Sylvie Tellier, el cantante Kim Seok-Jin (del grupo de K-pop BTS), el chef Mory Sacko, la humorista Claudia Tagbo, la triple campeona olímpica de atletismo Marie José Perec o la cinco veces medallista olímpica de esgrima Laura Flessel, figuran además entre los elegidos.
La Asamblea Nacional, el Panteón, la Sorbona, la plaza de la Bastilla, la sala Bataclan, el teatro Olympia, la plaza Vendôme, el museo del Louvre y el Centro Pompidou son algunos de los puntos destacados del recorrido del domingo, que termina en el Ayuntamiento, donde se encenderá un pebetero para la noche.
El lunes, el recorrido comenzará en el nuevo La Chapelle Arena, un nuevo pabellón donde se celebrarán las competiciones olímpicas de gimnasia rítmica y bádminton.
A partir de ahí, el fuego olímpico viajará por toda la ciudad para recorrer puntos simbólicos como la basílica del Sagrado Corazón, el Arco de Triunfo, la plaza del Trocadero con sus vistas sobre la torre Eiffel, las pistas de tenis de Roland Garros o la plaza de la Bastilla.
El periplo concluirá en la plaza de la República, con la enorme escultura de Marianne, símbolo republicano, donde se encenderá otro pebetero.
A partir del martes, el fuego olímpico continuará su recorrido por Francia, especialmente por varios departamentos del norte y de la región de la capital, antes de regresar a París para la ceremonia de inauguración del próximo día 26, cuando el pebetero definitivo se encienda en los jardines de las Tullerías.
París / EFE