La economía de Venezuela, que se prevé cierre este año en negativo, crecerá más de un 9 % en 2024, según estimaciones independientes, sujetas al desarrollo de escenarios clave para el país, entre ellos el proceso electoral interno para las presidenciales, previstas para el segundo semestre, y la política de sanciones de Estados Unidos, dicen expertos.
Venezuela vive otro episodio de incertidumbre, a la expectativa de los pasos que dé el Gobierno de cara a estas elecciones, a los que está atenta la comunidad internacional, especialmente EE.UU., que condicionó el alivio de sanciones a la habilitación de la candidata de la principal coalición opositora, María Corina Machado, quien no puede ejercer cargos de elección popular hasta 2030.
Washington también supeditó la flexibilización, que vence en abril, a sectores importantes para el país caribeño como el petrolero, a la liberación de los estadounidenses detenidos «arbitrariamente» en Venezuela.
Según estimaciones de Ecoanalítica, de mantenerse la suspensión de sanciones hasta abril, el país registrará un «crecimiento importante» que oscilará entre un 9 y un 10 % respecto a 2023, dijo a EFE el economista Luis Arturo Bárcenas, jefe de esta firma.
Pero este escenario, advirtió, «se mantiene solo si los acuerdos» se cumplen.
«Si el día de mañana el tema de los presos políticos se reactiva con más fuerza o hay un mayor radicalismo por parte del ala radical del oficialismo, en enero podemos amanecer sin licencias», dijo.
En 2024, se espera una mejora de los ingresos de la nación por la venta de petróleo, lo que puede generar una entrada adicional superior a los 5.000 millones de dólares, de mantenerse el levantamiento hasta abril, y cerca de 10.000 millones, si se extiende por el resto del año, señaló Bárcenas.
Sin sanciones, el país puede regresar a mercados como el americano y vender su crudo «sin descuentos».
No obstante, el impacto en la economía de estos mayores ingresos dependerá también del uso que le dé el Gobierno a estos recursos, que se traducirán en una mejora en comercio e industria si son dirigidos a la población para aumentar el consumo, lo que Bárcenas prevé se haga a través de transferencias directas.
Respecto al salario, el economista no ve un panorama alentador para los trabajadores, sobre todo del sector público, quienes exigen remuneraciones dignas.
Desde marzo de 2022, el Ejecutivo mantiene congelado el salario y las pensiones en 130 bolívares, que desde entonces pasaron de casi 30 dólares al cambio oficial a 3,65 dólares.
La economista María Moreno, del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), recordó que el Gobierno «no ha mostrado una disposición a corregir el salario mínimo».
«El rezago de las remuneraciones del sector público es tal que no veo muy probable una corrección de esa brecha. Probablemente (haya) un aumento simbólico para favorecer su posición en 2024 por lo de las elecciones», dijo a EFE.
Noviembre, un mes «siempre de alta inflación», según Bárcenas, registró un incremento promedio de precios de un 1,8 %, una disminución de 4,9 puntos respecto a octubre, según el Observatorio de Finanzas (OVF), un ente independiente.
El experto asocia esta desaceleración a la caída del consumo, lo que ha llevado a las empresas a «reducir precios a fin de tratar de vender más».
Prevé que el escenario de una inflación de un dígito se mantenga en el primer semestre, para luego empezar a registrar cifras de dos dígitos en el segundo y cerrar el año en un promedio cercano al 150 %.
A partir de julio, con las elecciones a la vista, es probable que el gasto por parte del Gobierno sea más agresivo, lo que aumentará la circulación de bolívares y, por tanto, la demanda de dólares, con un riesgo de que se incremente el precio de la divisa, lo que tiene un impacto en bienes y servicios, calculados, en su mayoría, en la moneda norteamericana.
El economista no descarta un escenario en el que, en abril, EE.UU. decida extender el alivio de las sanciones, por lo que cree que apuestan las petroleras, que «están invirtiendo en algo que se tarda» más tiempo del fijado.
Por esta razón, considera probable que haya «muchas empresas extranjeras», incluso «estadounidenses», haciendo presión para que la Administración de Joe Biden extienda el levantamiento, que si llega a hacerlo por el resto de 2024, la economía venezolana puede crecer más del 12 %.
Según la Confederación de Industriales (Conindustria), el 98 % de los empresarios privados de este sector están de acuerdo con la flexibilización de sanciones.
Caracas / EFE