John Degenkolb superó a tres competidores en un sprint el domingo para ganar la novena etapa del Tour de Francia sobre empedrados, mientras que el australiano Richie Porte quedó fuera tras chocar y el favorito Chris Froome se recuperó después de una caída.
Greg Van Avermaet, el portador del maillot amarillo, cruzó en segundo sitio e incrementó su ventaja general a 43 segundos delante de Geraint Thomas, compañero de Froome en Team Sky. Yves Lampaert de Quick-Step entró en tercer sitio.
Froome, cuatro veces campeón, cruzó la meta dentro del pelotón, 27 segundos atrás, tras levantarse de una caída cuando faltaban 45 kilómetros (28 millas). Un aficionado lo ayudó a ponerse de pie.
Se colocó octavo en la tabla general, a 1:42 de Van Avermaet, que no suele ser considerado como una amenaza en los recorridos en las montañas.
“Me siento aliviado por haber superado el día de hoy y con el deseo de entrar a las montañas, donde empezará la verdadera carrera por la clasificación general”, señaló Froome.
Porte, el líder del equipo BMC, chocó a los 10 kilómetros de la etapa de 156,5 kilómetros (97 millas) _antes de las 15 secciones empedradas_ y abandonó, aparentemente con una lesión en el hombro derecho. El año pasado también chocó en la novena etapa del Tour, al descender de una montaña.
Fabio Baldato, director deportivo de BMC, dijo que aparentemente Porte se fracturó la clavícula.
“El hombro se zafó y luego se regresó a su lugar. Fue realmente doloroso”, afirmó. “Se cayó duro sobre el hombro”.
El colombiano Rigoberto Urán, segundo lugar en 2017, y el español Mikel Landa, uno de los tres líderes del equipo Movistar, chocaron cada uno por su lado y perdieron tiempo.
“Fue un día bastante caótico”, dijo Van Avermaet.
Romain Bardet, la esperanza francesa que subió al podio los últimos dos años, sufrió tres pinchaduras de neumáticos pero a pesar de todo mantuvo sus pérdidas al mínimo.
“Fue un día difícil desde el kilómetro cero. Uno tenía que estar en la posición correcta, pero también se requería suerte, porque era fácil sufrir una pinchadura o verse inmerso en algo”, afirmó Thomas.
Además de Froome, otros favoritos se ubicaron como sigue: el español Alejandro Valverde en quinto (a 1:31); el polaco Rafal Majka en sexto (1:32); el danés Jakob Fuglsang séptimo (1:33); el británico Adam Yates noveno (1:42); Landa décimo (1:42); y el italiano Vincenzo Nibali duodécimo (1:48).
Fue la primera victoria en el Tour para Degenkolb, un alemán del equipo Trek-Segafredo. En 2015 ganó la clásica París-Roubaix, que se lleva a cabo en un día e incluye gran parte del mismo recorrido.
“Esta es una gran victoria”, declaró Degenkolb, que se recuperó de un accidente grave durante un entrenamiento hace dos años y medio. “He pasado por muchas cosas; fue una época muy difícil”.
Degenkolb se convirtió en el tercer ciclista en ganar tanto la París-Roubaix y una etapa sobre empedrados en el Tour después de Roger De Vlaeminck y Bernard Hinault. Su velocidad promedio en la etapa fue de 45,9 kilómetros por hora y de 39,8 kph sobre los empedrados.
La etapa que comenzó en Arras contenía la mayor cantidad de secciones empedradas desde el Tour de 1980, con casi 22 kilómetros en total.
Aunque las condiciones no fueron lluviosas y lodosas como en abril, el calor y el sol generaron sequedad y polvo.
Otros que chocaron fueron Dylan Groenewegen, el holandés que ganó las dos etapas previas; Egan Bernal y Michal Kwiatkowski, compañeros de Froome en Sky; el estadounidense Tejay van Garderen y el italiano Sonny Colbrelli.
El español Gorka Izaguirre tuvo que detenerse luego de que su rueda trasera se combó.
Después de que el lunes se cumpla el primer día de descanso, el Tour se reanudará el martes en los Alpes con una etapa de 158,5 kilómetros (98,5 millas) de Annecy a LeGrand-Bornand con cuatro ascensos muy empinados.
Roubaix, Francia / AP