Para el presidente de la firma encuestadora Datincorp, Jesús Seguías, de ser masiva la votación por la silla de Miraflores este año, el Gobierno no contaría con los sufragios suficientes como para contener una avalancha a favor del candidato opositor, sea éste María Corina Machado o su “sustituto”. De impedir la elección, se retornaría a los conflictos con factores internacionales que han respaldado a la oposición.
–Si las elecciones presidenciales fueran hoy, ¿quién ganaría entre María Corina Machado y Nicolás Maduro?
–María Corina Machado.
–De ser definitivamente inhabilitada Machado, ¿quién y qué vislumbra para la candidatura opositora?
–La oposición tendrá que definir por vía de consenso o encuestas su sustituto, el cual deberá contar con el aval de Machado, quien tiene el voto de oro del sector opositor. Sin embargo, no basta que le guste a ella, sino que también el Gobierno lo acepte y confíe en él para entregar el poder en caso dado que gané estas elecciones.
–¿Cómo interpreta usted hoy la frase “vamos hasta el final”?
–La misma María Corina lo ha explicado; significa la ruta electoral pase lo que pase. Nada la va sacar de esa ruta y eso ya es un gran avance en término políticos para la oposición venezolana. No queda más que esperar otra cosa que puede surgir.
–¿Los errores de María Corina Machado a lo largo de su campaña?
–Ha cometido muchos, al igual que todos los políticos venezolanos. Afincarse en esos errores en este momento no contribuye mucho. Lo importante es que se rectificó, que ella reconoce que se han cometido errores y que hay que insistir en la ruta electoral.
–¿El mayor de estos errores?
–Haber subestimado al chavismo gobernante y no haberlo comprendido. Y el haber sobrestimado sus propias fuerzas y capacidades. Y errores tácticos y estratégicos terribles, sobre todo la ruta insurreccional, en la cual ella formó parte desde el 2014 hasta hace poco. Eso ya es clavo pasado. Hoy ella está tratando de demostrar que ya no va a incurrir en esos errores y que va hasta el final por la ruta electoral, pase lo que pase.
–¿Seguirá capitalizando Machado el descontento?
–Lo ha capitalizado porque tiene la joya de la corona en materia de campaña electoral, que es la conexión emocional con los electores. Obviamente, por esa conexión está en capacidad de seguir capitalizando el descontento, y eso vale mucho en una campaña electoral.
–De no ser Maduro, ¿quién se perfila como el candidato oficialista?
–Fuera de Maduro, no veo a nadie como candidato por el chavismo. Creo que esa opción no está planteada. Lo que se está lanzando es un pote de humo. Sin embargo, la política es impredecible y no sabemos qué otras cosas pueden ocurrir. Quizás la única forma en que Maduro pudiera dejar de ser candidato es que se vean forzados a aceptar a María Corina Machado como candidata, sin inhabilitarla, y sabiendo ellos que van a una derrota casi segura. Pero eso hasta ahora no ha ocurrido.
–¿Ha variado el 70% del electorado que hasta el año pasado no se identificaba con ninguno de los dos bandos?
–La presencia de María Corina Machado en el escenario electoral ha cambiado en buena forma la composición política del país. Sin embargo, ese 70% del electorado se refiere a los que no están con la oposición ni con el Gobierno. Hasta ahora María Corina capitaliza masivamente el voto del sector opositor. No sabemos aun cómo estará en el resto, pero es posible que haya tenido alguna incidencia en buena parte de esos venezolanos que no son chavistas ni opositores, pero que sin duda alguna no quieren al Gobierno.
–¿Hacia dónde se inclinaría ese conglomerado indeciso?
–No son indecisos. Simplemente son venezolanos que no están de acuerdo con la oposición ni con el Gobierno. Políticamente están activos de una u otra manera, sobre todo en materia de opinión. Ese sector es una caja de sorpresas. Recordemos que había 4 millones 100 mil chavistas antes de que muriera Chávez y hoy ya no lo son, pero tampoco son opositores. Están en un limbo. ¿Hacia dónde podrán ir ellos? Si el Gobierno toma el control de mayores recursos económicos por los acuerdos internacionales y la recuperación de la industria petrolera, ¿podrá con esos recursos capitalizar a esos 4 millones de chavistas que se fueron? Eso no lo sabemos.
–¿Fue una cortina de humo el conflicto con Guyana por el Esequibo?
–No lo creo. Fue más bien una sorpresa para Maduro, que creyó que capitalizaría un poco de ese conflicto, pero las cosas no le salieron bien. El caso Guyana surgió a partir del momento en el que descubren petróleo y entran las compañías petroleras, lo que incrementó notablemente las agallas del gobierno guyanés y puso a Nicolás Maduro ante un hecho cumplido. Él ha tenido que responder en medio de muchas adversidades. Este conflicto no lo ha beneficiado y no creo que haya sido una cortina de humo para posicionarse electoralmente. Simplemente, el tema se le escapó de las manos.
–¿Fue un montaje para impedir las presidenciales?
–No lo sabemos. Ello entra en el campo de la especulación y no quiero entrar ese terreno.
–En fin, ¿cree que haya elecciones?
–Eso dependerá de las negociaciones que se efectuaron en Barbados. Hay mucho tira y encoje en este momento. La situación es complicada. La habilitación de María Corina es un desafío muy grande para el Gobierno. Ellos están decididos a no habilitarla. Si lo hacen equivaldría prácticamente a una rendición, porque no hay motivo ni una razón para que el Gobierno las gane. Si se sale a votar masivamente, el Gobierno no contaría con votos suficientes como para impedir una avalancha de ese tipo. Impedir esa elección sería volver a los conflictos con los factores internacionales que han apoyado a la oposición en los últimos tiempos.
–¿Realmente votaron “por el Esequibo” más de 10 millones de personas el 3 de diciembre pasado?
–Toda una incógnita. No sabemos si eso fue real o fue mentira. Allí se pagaron y se dieron el vuelto.
–¿Y más de 2 millones en las primarias de la oposición el pasado 22 de octubre?
–La misma respuesta anterior.
–¿Hay un equilibrio en la estructura del poder electoral?
–Desde casi el comienzo del chavismo la estructura electoral del país no ha sido equilibrada. Ha sido muy manipulada por factores de poder. Sin embargo, cuando la oposición ha participado en forma coherente no ha sido un hecho relevante para los resultados finales. Las elecciones parlamentarias del 2015, así como muchas para gobernaciones y alcaldías, demuestran que votos que se emiten son votos que se cuentan, independientemente de la composición del CNE. Y eso es lo que importa para la oposición venezolana. El sistema electoral podrá estar muy deteriorado, pero hay rendijas que hay que aprovechar. Si la oposición va unida con candidato único, bajo una buena campaña electoral y vota masivamente, no habrá manera de que el Gobierno gane.
–¿Es más confiable hoy el CNE?
–Tan confiable como lo fue en 2015, cuando la oposición arrasó y ese CNE lo reconoció.
–¿Habrá problemas gane quien gane las presidenciales?
–Depende del candidato que gane, si está dispuesto a cortar cabezas o no. La única salida viable es la de un gobierno de transición; que goce del consenso de ambas partes; que sea inclusivo, no excluyente; que tome en consideración el poder del chavismo; que logre un ambiente de cohabitación política, donde todos se sientan representados. No hay otro camino distinto, porque la confrontación que ha tenido Venezuela durante un cuarto de siglo no permite un escenario distinto al del entendimiento. Por eso es que la habilitación de María Corina Machado es un problema relevante para el Gobierno, porque no confía en que ella respete los acuerdos a la hora de un cambio en el país.
De perfil
Jesús Seguías, periodista e investigador de opinión pública, es presidente y fundador de la empresa de investigaciones Datincorp, que opera en varios países latinoamericanos. Confiesa que desde los 7 años de edad ha estado involucrado en las actividades políticas, cuando salió a las calles a celebrar la caída de Marcos Pérez Jiménez. Perteneció a la juventud de Acción Democrática. Luego militó en la izquierda venezolana. Fue líder estudiantil en la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde se graduó en la escuela de Comunicación Social. Comenzó su carrera periodística como pregonero de un diario caraqueño mientras cursaba sus primeros años universitarios; luego se graduó con honores Magna Cum Laude. Ha sido director, editor, articulista y analista político en diversos medios. Fue instructor de Liderazgo, Trabajo en Equipo y autor del entrenamiento “El Reconocimiento Como Nuevo Sistema de Compensación Laboral”. Ha dictado conferencias en varios países sobre la Sociedad Red y en The George Washington University para América Latina.
Caracas / Jolguer Rodríguez Costa