Didi Gregorius observó por encima de su mascarilla el vuelo de la pelota que había conectado ante Max Sherzer, el as de Nacionales de Washington. Finalmente, la esférica se perdió entre las butacas vacías, detrás de los jardines.
Resonaron ovaciones grabadas, con las que se debió haber alentado a los patriotas, que eran los anfitriones. El efecto de sonido se activó por error, mientras Gregorius, el campocorto de Filis de Filadelfia, recorría las bases.
Cuando llegó al plato, hizo la pantomima de intercambiar palmadas con sus compañeros.
“Así es el béisbol de 2020”, dijo Scherzer. “Hay que aceptarlo y divertirnos con esto”.
Los juegos de exhibición realizados el fin de semana en Washington, Nueva York y Pittsburgh dieron a las Grandes Ligas su primera oportunidad de percibir y mostrar cómo será el béisbol en la era del coronavirus con imágenes de cartón que muestran a fanáticos, efectos de sonido y más.
Para los clubes que se han limitado a prácticas e interescuadras en sus propios parques durante las últimas dos semanas, la experiencia del sábado fue un hito, en momentos en que se trata de poner en marcha una campaña abreviada a 60 juegos, a partir del próximo jueves y en medio de una pandemia.
“En cierto modo, esto es como un ensayo general para el nuevo mundo en que vivimos”, dijo el mánager de Yanquis Aaron Boone, antes de un juego contra Mets, su rival de Nueva York.
No hubo fanáticos que se apresuraran a tomar el tren 7 en Flushing para el Citi Field, ni multitudes que corrieran encima del puente Clemente en Pittsburgh. Estos partidos y el comienzo de la campaña se desarrollan con estadios vacíos.
Distancia
En el Nationals Park, varias personas observaron desde el balcón de un edificio cercano, lejos del muro del jardín izquierdo.
Los umpires usaron mascarillas, lo mismo que algunos peloteros. Los suplentes miraron desde las gradas para no aglomerarse en los dugouts.
Todos trataron de seguir los protocolos de seguridad, incluida la prohibición de lamerse los dedos o escupir.
Hubo otra novedad. Los netropolitanos se convirtieron en el primer club en vender espacio publicitario en el terreno. Pintaron el logotipo de Ford detrás del montículo.
Gregorius sacudió un jonrón de tres carreras en el primer inning en Washington. Fue el primer cuadrangular en cualquiera de los choques.
El pelotero de 30 años, recién llegado a los cuáqueros, ha dicho que usará mascarilla todo el tiempo durante esta temporada. Sufre un desorden renal crónico, que lo pone en mayor riesgo si contrajera el coronavirus.
Para su primera exhibición desde que el virus interrumpió la pretemporada a mediados de marzo, los jugadores de los mulos se desplazaron en un autobús del equipo, desde el Bronx a Queens, para medirse con Mets. Nada de tomar el metro en esta serie.
Rutinas
La rutina previa al juego fue la de siempre, con Giancarlo Stanton y Pete Alonso dando jonrones en la práctica, y Gleyber Torres y Robinson Canó tomando rodados.
Pero la "nueva normalidad" se hizo notar. Varios coaches se cubrieron con mascarillas. Los habituales saludos de manos y abrazos entre rivales en la jaula de bateo fueron reemplazados por toques de codo y charlas con distancia, incluyendo una entre el gerente de Yanquis, Brian Cashman, y su colega de Mets, Brodie Van Wagenen.
Sin público presente, los citadinos exhibieron casi un millar de cartones con imágenes de fanáticos detrás del plato. El equipo contempla tener 5.000 para el primer día de la campaña.
Nueva York / Jake Seiner / AP