El gobierno de Libia, respaldado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), recuperó una localidad estratégica cerca de Trípoli, que estaba en manos de un comandante cuyas fuerzas combaten desde hace tres meses para capturar la capital. Un vocero del gobierno dijo que sus guerreros controlaban plenamente la población.
La toma de Gharyan, a unos 100 kilómetros (62 millas) de Trípoli, es importante porque era una ruta de abastecimiento crucial para las fuerzas del comandante Khalifa Hifter.
El autodenominado Ejército Nacional Libio de Hifter, que es leal a un gobierno rival asentado en el este, lanzó su ofensiva en abril, lo que dio lugar a combates encarnizados que han amenazado con sumir a Libia en un nuevo ciclo de violencia de la misma magnitud del conflicto de 2011 que derrocó al dictador Moamar Gadafi.
“Confirmo oficialmente que toda Gharyan está bajo nuestro control”, informó el coronel Mohamed Gnono a The Associated Press (AP) vía telefónica desde Trípoli. “La operación se realizó con el mínimo de bajas y en menos de 24 horas”.
Colaboración civil
Añadió, sin entrar en detalles, que parte de la población colaboró con las fuerzas del gobierno para garantizar “el éxito de la operación”.
Al anunciar la toma de Gharyan el miércoles por la noche, las fuerzas del gobierno dijeron que la ofensiva contra Hifter continuará “hasta purgar a los agresores de todas las zonas”.
La ofensiva de Hifter contra Trípoli ha recibido fuertes críticas de la ONU y las agencias de ayuda humanitaria. La violencia ha provocado centenares de muertes, principalmente de combatientes pero también de civiles, y el desplazamiento de miles de personas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cifra de bajas en torno a Trípoli alcanzó 739 muertos y 4.407 heridos.
Hifter, que tiene el respaldo de Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y otros actores regionales, indica que el objetivo de la campaña contra Trípoli es liberar a la ciudad de milicias extremistas.
El Cairo / Noah Elhennawy / AP
