El gobierno del presidente Nicolás Maduro repudió el domingo la decisión de Brasil de conceder refugio a cinco militares desertores ubicados en el vecino país que presuntamente estarían implicados en el ataque a una unidad castrense en un estado fronterizo del sur de Venezuela.
En un comunicado, la cancillería venezolana rechazó categóricamente la decisión del gobierno del mandatario Jair Bolsonaro de “dar condición de refugiados a los cinco terroristas responsables materiales del asalto al 513 Batallón de Infantería de Selva Mariano Montilla” en el estado sureño de Bolívar, cercano a la frontera con Brasil.
En la madrugada del 22 de diciembre, la unidad castrense fue atacada con el respaldo de militares desertores, indicó el gobierno venezolano. En el choque con las fuerzas de seguridad murió un soldado del Ejército, se reportó.
Durante la ofensiva fueron hurtados 120 fusiles y nueve lanzagranadas RPG de manufactura rusa, la mayoría de los cuales se recuperó posteriormente, según se informó.
La cancillería afirmó que la decisión “confirma el patrón de protección y complicidad de gobiernos satélites de Estados Unidos para agredir la paz de Venezuela”. Poco después del ataque, el gobierno venezolano acusó a Colombia, Brasil y Perú de brindar apoyo al grupo agresor.
Reacción brasileña
Los ministerios de Relaciones Exteriores y Defensa de Brasil, en un comunicado conjunto, informaron el sábado en la noche que los cinco militares venezolanos ubicados por el Ejército brasileño en su territorio el 26 de diciembre, durante las patrullas fronterizas de rutina, fueron recibidos dos días después por la Fuerza de Tarea de Logística Humanitaria de la Operación Bienvenida, “donde comenzarán los procedimientos para el refugio en Brasil, como otros militares venezolanos en una situación similar.”
Desde que el líder opositor venezolano Juan Guaidó, que preside la Asamblea Nacional, se declaró presidente encargado en enero en desafío a Maduro, numerosos militares venezolanos han desertado y cruzado la frontera con Brasil y Colombia. Los desertores atendieron la exhortación de Guaidó para que retiraran su apoyo al gobernante socialista, y ahora reciben un tratamiento semejante al de los cientos de miles de personas que han solicitado refugio en suelo brasileño.
Más de 50 países, incluidos Brasil, Colombia, Perú y Estados Unidos, han reconocido a Guaidó como presidente legítimo de Venezuela.
De acuerdo con cifras de la Organización de Naciones Unidas (ONU), casi cinco millones de migrantes y refugiados venezolanos han dejado el país.
En la víspera, el gobierno de Maduro elogió “la oportuna acción de las Fuerzas de Seguridad de Brasil”, afirmando que actuaron de forma expedita luego que sus pares venezolanos dieron “la ubicación de los atacantes”.
Maduro expresó entonces que esperaba que “de buena fe, por el derecho internacional, por las relaciones de paz, pronto estos cinco terroristas estén en manos de la justicia venezolana”, pese a las tirantes relaciones con el gobierno de Bolsonaro, un severo crítico de mandatario venezolano.
Ayuda a los desertores
Las autoridades brasileñas han estado proporcionando servicios para ayudar a los inmigrantes venezolanos en la frontera norte de Brasil.
“Al otorgar refugio (a los militares) sobre supuestos no contemplados en las convenciones internacionales correspondientes, la República Federativa de Brasil, no solo agravia el derecho internacional humanitario, sino que establece peligrosos precedentes de protección a personas que han cometido delitos flagrantes contra la paz y estabilidad de otro Estado”, aseveró la cancillería venezolana.
“El gobierno brasileño se convierte así en cómplice de actividades armadas contra países vecinos y el protector de los delincuentes y mercenarios que las protagonizaron”, se añade en el escrito.
Caracas / AP