El Gobierno de Francia, encabezado por Emmanuel Macron, ordenó que 40 mil policías se encarguen de controlar las manifestaciones violentas de personas que se sienten indignadas tras el asesinato de un joven en Nanterre.
Naterre, ciudad localizada al oeste de la capital París, fue el principal escenario de disturbios este jueves, al punto de que los ciudadanos temen que en cualquier momento se decrete un estado de excepción por parte del Estado.
"Vamos a hacer todo lo posible para que vuelva el orden a todas partes", indicó Gérald Darmanin, ministro del Interior de Francia a Unión Radio.
El funcionario cree que la jornada violenta no tiene nada que ver con lo ocurrido en Nanterre, sino a actos vandálicos.
París / Redacción Web